Crítica:EN PORTADA | Infantil y juvenil

Historias mudas

El historiador y dibujante Arnal Ballester (Barcelona, 1955) bautizó con el título No tinc paraules (No tengo palabras) uno de los libros con el que más premios ha obtenido desde 1998, en el que se aprecia su creatividad. El título no podía ser más explícito. Ballester demuestra que no es necesario escribir ni una sola frase para contar una historia de más de cien páginas, para ceder parte de la trama a la imaginación del lector. El autor sólo otorga espacio a tres potentes colores -negro, rojo y blanco- en unos dibujos que, en su opinión, no se valoran como se debiera. La socied...

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El historiador y dibujante Arnal Ballester (Barcelona, 1955) bautizó con el título No tinc paraules (No tengo palabras) uno de los libros con el que más premios ha obtenido desde 1998, en el que se aprecia su creatividad. El título no podía ser más explícito. Ballester demuestra que no es necesario escribir ni una sola frase para contar una historia de más de cien páginas, para ceder parte de la trama a la imaginación del lector. El autor sólo otorga espacio a tres potentes colores -negro, rojo y blanco- en unos dibujos que, en su opinión, no se valoran como se debiera. La sociedad, piensa, no entiende que la ilustración es un ejercicio intelectual, un hecho al que el Ministerio de Cultura pretende encontrar el remedio. Por eso el Premio a las Mejores Ilustraciones de Libros Infantiles y Juveniles -ganado por Ballester en 1993- es desde este año el Premio Nacional de Ilustración, y este autor se ha convertido en su primer ganador gracias a sus historias mudas.

No tinc paraules

Arnal Ballester

Media Vaca. Valencia, 2008

120 páginas. 15 euros

Dibujos de Arnal Ballester de su libro No tinc paraules (Media Vaca).

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