Zubizarreta convierte al hijo de un guardia civil en protagonista de su último cuento

La escritora Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925-Madrid, 2000) decía que cuando los adultos no saben qué responder a las complicadas preguntas de los niños, lo mejor que pueden hacer es contarles un cuento que parezca verdad. Su colega Patxi Zubizarreta (Ordizia, 1964) recoge estas palabras en la contraportada de Pikolo (Alberdania), el cuento en euskera que acaba de escribir para intentar explicar a los más pequeños qué pasa en Euskadi, para tratar de contestar a sus cuestiones sobre los hechos que rodean el denominado conflicto vasco.

El protagonista de Pikolo es Manuel...

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La escritora Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925-Madrid, 2000) decía que cuando los adultos no saben qué responder a las complicadas preguntas de los niños, lo mejor que pueden hacer es contarles un cuento que parezca verdad. Su colega Patxi Zubizarreta (Ordizia, 1964) recoge estas palabras en la contraportada de Pikolo (Alberdania), el cuento en euskera que acaba de escribir para intentar explicar a los más pequeños qué pasa en Euskadi, para tratar de contestar a sus cuestiones sobre los hechos que rodean el denominado conflicto vasco.

El protagonista de Pikolo es Manuel, un niño de siete años que llega en compañía de su padre, guardia civil, al cuartel de Larrañeta, un espacio literario ficticio. En la escuela se topa con un compañero que empieza a llamarle "picoleto" y le exige un euro para dejarle cruzar el puente que separa el cuartel del pueblo. Al mismo tiempo, se hace amigo de Eva, la hija de un preso. En medio de este escenario se comete un atentado.

"Es un cuento delicado en muchos sentidos", comentó ayer su autor, quien suele acudir a menudo a colegios a hablar de sus obras infantiles y juveniles. Pero él "tenía la necesidad de contarlo" desde hace tiempo, una necesidad que se aceleró a partir del atentado con coche bomba contra la casa cuartel de Legutiano (Álava), en la que vivían niños.

"Recién salido del ordenador" e ilustrado por Jokin Mitxelena, Pikolo está salpicado de elementos simbólicos importantes para Zubizarreta, como los balones encajados en los tejados de los colegios, con la consiguiente desesperación de los niños por verlos allí y no poder subir a recogerlos. "Eso refleja muy bien la situación que vivimos. Tenemos muchos problemas encajados y creo que tenemos que poner una escalera adecuada, que parta desde lo más bajo, desde los niños, para poder subir, coger esos balones y poder seguir jugando con ellos". El libro estará estos días en la Feria de Durango.

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