Un viejo conocido

Yaya Diopt regresó a la comisaría de Ciutat Vella a buscar los 150 euros porque no eran suyos, sino de su compañera sentimental, Andrea. Esa decisión le metió en un lío del que, confiesa, todavía no ha sido capaz de salir. Para los dos mossos que están a punto de sentarse en el banquillo y que pateaban las calles del Raval de paisano, este joven senegalés era una presa relativamente fácil: acumulaba numerosos antecedentes policiales por trapichear con drogas. En aquella ocasión, sin embargo, estaba limpio y le cargaron una historia inventada.

Albert M. L. y Rubén S....

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Yaya Diopt regresó a la comisaría de Ciutat Vella a buscar los 150 euros porque no eran suyos, sino de su compañera sentimental, Andrea. Esa decisión le metió en un lío del que, confiesa, todavía no ha sido capaz de salir. Para los dos mossos que están a punto de sentarse en el banquillo y que pateaban las calles del Raval de paisano, este joven senegalés era una presa relativamente fácil: acumulaba numerosos antecedentes policiales por trapichear con drogas. En aquella ocasión, sin embargo, estaba limpio y le cargaron una historia inventada.

Albert M. L. y Rubén S. P., dos policías de la escala básica de los Mossos d'Esquadra, fueron suspendidos de empleo y sueldo -les quedará una renta mínima para subsistir- tras la rápida investigación de Asuntos Internos. Ambos sabían de la relación de Yaya con el tráfico de estupefacientes a pequeña escala en el Raval. Pese a sus 27 años, era un viejo conocido de la policía. Pero los agentes no contaron con que, al final, la tortilla se giraría.

El Sindicato de Policías de Cataluña se mostró ayer "sorprendido" por la difusión de este nuevo caso de presuntos abusos policiales por parte del Tribunal Superior de Justicia.

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