Declarada culpable la joven que quemó a un mendigo

Un tribunal popular declaró ayer a la joven de 19 años Sara B. culpable de la muerte de un mendigo en octubre del año pasado en Lucena (Córdoba). La muchacha participó en el crimen junto a otros tres menores que ya fueron condenados por estos mismos hechos y que grabaron el suceso con un teléfono móvil. Los agresores quemaron al mendigo.

El jurado ha considerado probado que la joven, para quien el fiscal ha pedido finalmente nueve años de prisión, protagonizó un altercado con el fallecido, Antonio Joaquín Curiel, el día anterior a los hechos porque, según dijo la joven durante el juicio...

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Un tribunal popular declaró ayer a la joven de 19 años Sara B. culpable de la muerte de un mendigo en octubre del año pasado en Lucena (Córdoba). La muchacha participó en el crimen junto a otros tres menores que ya fueron condenados por estos mismos hechos y que grabaron el suceso con un teléfono móvil. Los agresores quemaron al mendigo.

El jurado ha considerado probado que la joven, para quien el fiscal ha pedido finalmente nueve años de prisión, protagonizó un altercado con el fallecido, Antonio Joaquín Curiel, el día anterior a los hechos porque, según dijo la joven durante el juicio, le insultó.

El veredicto del jurado asegura que la víctima le dijo a Sara B. "que se cagaba en sus muertos" y ella le contestó "que lo tenía que matar", tras lo cual ella y sus amigos agredieron a la víctima y lo grabaron en el móvil.

El jurado considera probado también que los tres menores acudieron al día siguiente a casa de Sara y se pusieron de acuerdo "para acabar ese mismo día con la vida del mendigo" y "decidieron que la forma en la que lo harían sería quemándolo" con un disolvente que ella misma les proporcionaría.

Mientras la acusada se quedó en su domicilio, los menores se dirigieron a la vivienda del mendigo y "sabiendo que se hallaba solo, sentado en la cama y sin posibilidad de huir, ya que el andador del que se valía no lo tenía a su alcance", lo rociaron con disolvente y le prendieron fuego con un mechero hasta causarle la muerte, "al tiempo que lo grababan con un teléfono móvil".

Papel de los menores

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El tribunal no ha creído la versión de la acusada, quien manifestó en el juicio que no hizo caso de las palabras del mendigo y aseguró que fueron los tres menores condenados los que planearon todo para "gastar una broma" a la víctima.

La acusada sí reconoció que facilitó a su primo, uno de los condenados, el disolvente utilizado para quemar al mendigo, aunque pensó que era para "trabajar en una obra porque lo había castigado su padre al faltar al colegio". El veredicto reconoce que la acusada posee una "inteligencia límite", si bien tiene íntegra su capacidad de conocimiento y libre determinación.

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