Aulas

"Nos estamos acomodando un poco"

Francisco Acosta es un padre participativo. Además de formar parte de la Asociación de Madres y Padres del colegio Ferroviario de Córdoba, se presenta al Consejo Escolar del centro. Francisco, de 42 años, entra en el perfil de padre implicado que opta por ser un agente activo en los órganos de decisión del centro: sus hijos todavía son pequeños y les espera una larga andadura en el colegio. "Mi hijo Francisco tiene nueve años y estudia cuarto de Primaria y mi hija Victoria, de seis, está en primero del mismo ciclo", explica.

El Ferroviario es un centro reconocido en Córdoba por su esfue...

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Francisco Acosta es un padre participativo. Además de formar parte de la Asociación de Madres y Padres del colegio Ferroviario de Córdoba, se presenta al Consejo Escolar del centro. Francisco, de 42 años, entra en el perfil de padre implicado que opta por ser un agente activo en los órganos de decisión del centro: sus hijos todavía son pequeños y les espera una larga andadura en el colegio. "Mi hijo Francisco tiene nueve años y estudia cuarto de Primaria y mi hija Victoria, de seis, está en primero del mismo ciclo", explica.

El Ferroviario es un centro reconocido en Córdoba por su esfuerzo de diálogo continuo entre el colegio y los padres. En su actual Consejo Escolar, los padres de los chavales que están en Secundaria fueron también miembros cuando sus hijos estaban en Infantil o Primaria. "Los padres de los alumnos de los primeros niveles son más participativos y suelen quedarse activamente hasta cuando sus hijos pasan a Secundaria. Más difícil es que los padres de alumnos de estos últimos cursos se impliquen si no lo han hecho antes", dice Teresa Mejía, directora del colegio.

Falta de tiempo

Como otros muchos, Francisco, que es profesor universitario, cree que la participación de los padres en el día a día de los colegios "se ha relajado un poco". "Sin duda nos estamos acomodando, existe una cierta dejadez en temas fundamentales. Y es básico que participemos en el consejo. Más que una obligación, es una responsabilidad que tenemos. Una oportunidad de participar en interés de todos", afirma. Aun así, el padre entiende la postura de otras familias a las que les resulta imposible, por falta de tiempo. "Hay a quien le es simplemente muy difícil participar, aunque quisiera. Yo tengo suerte porque tengo algo de tiempo", reconoce. El consejo escolar del Ferroviario, que es un centro concertado cooperativista con alumnos desde la educación Infantil hasta cuarto de la ESO, cuenta con cuatro representantes de padres, cuatro de los profesores, dos de los alumnos, un miembro del personal administrativo, un responsable del Plan de Igualdad, un representante del Ayuntamiento, tres de la empresa cooperativa que constituye el colegio (sin capacidad de voto) y la propia directora.

Entre los alumnos que se presentan la semana que viene, están Laura González, de 15 años, y su compañero Alejandro Arévalo, de 13. A los dos les suena un poco de qué va la cosa, pero prefieren no profundizar demasiado: "Si nos eligen vamos en representación de los alumnos del colegio", dice Laura. ¿Es muy sacrificado? "Si es por el bien del colegio no es un sacrificio", dice valiente Alejandro.

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