Cartas al director

Una buena inversión

El país afrontará una grave crisis de crecimiento el próximo quinquenio mientras se deshace la burbuja crediticia e inmobiliaria. No podemos permitirnos que, en una situación tan delicada, las pocas grandes empresas industriales que tenemos caigan en manos extranjeras.

El proteccionismo industrial de los grandes campeones nacionales es una realidad europea, los franceses son el mayor ejemplo de ello, y esta política ofrece muchas ventajas a largo plazo, ya que las grandes empresas generan mucho empleo, directo e indirecto, y son generadoras de riqueza. Los franceses recientemente fusion...

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El país afrontará una grave crisis de crecimiento el próximo quinquenio mientras se deshace la burbuja crediticia e inmobiliaria. No podemos permitirnos que, en una situación tan delicada, las pocas grandes empresas industriales que tenemos caigan en manos extranjeras.

El proteccionismo industrial de los grandes campeones nacionales es una realidad europea, los franceses son el mayor ejemplo de ello, y esta política ofrece muchas ventajas a largo plazo, ya que las grandes empresas generan mucho empleo, directo e indirecto, y son generadoras de riqueza. Los franceses recientemente fusionaron Gaz de France y Suez, creando un gigante energético para evitar que la italiana Enel comprase Suez. A Sacyr le hicieron la vida imposible en el mismo país para que no comprase Eiffage, una constructora de segunda fila. En Italia cambiaron la legislación para impedir que Abertis comprase su red nacional de autopistas a través de Autostrade y ahora proponen a Gaddafi que entre como accionista de referencia en Telecom Italia para que no la compre Telefónica.

Hay multitud de ejemplos. Por eso no podemos permitirnos que Repsol caiga en manos de una multinacional extranjera, ante la situación que atraviesa Sacyr, su mayor accionista. Una solución podría ser la compra por parte de la Seguridad Social española del capital de Repsol en manos de Sacyr. Sería una inversión perfectamente asumible para el Estado y de la que sacarían un dividendo del 5% al año, más la apreciación a largo plazo por el crecimiento que pueda tener la empresa en los próximos 20-25 años. Teniendo en cuenta que los tipos de interés dan un 4,25%, sería una buena inversión para el fondo de pensiones de los españoles. Nuestro país no puede permitirse perder grandes empresas, y menos en este momento.

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