El paro en EE UU alcanza el peor nivel en cinco años tras subir al 6,1%

La Casa Blanca descarta la recesión y prevé crecimiento en el tercer trimestre

Ocho meses seguidos destruyendo empleo. Estados Unidos cerró agosto con 84.000 puestos de trabajo eliminados en el mes, lo que eleva a 605.000 los empleos perdidos por la crisis desde enero. La tasa de paro se eleva entre tanto al 6,1%, la más alta en cinco años. Otro signo que confirma que la actividad económica afronta una intensa desaceleración en el segundo semestre.

El paro subió cuatro décimas en agosto respecto a julio, y se coloca a un nivel que no se veía desde septiembre de 2003. Además, se destruyó más empleo de lo anticipado en los dos meses anteriores, 60.000 en julio y 100...

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Ocho meses seguidos destruyendo empleo. Estados Unidos cerró agosto con 84.000 puestos de trabajo eliminados en el mes, lo que eleva a 605.000 los empleos perdidos por la crisis desde enero. La tasa de paro se eleva entre tanto al 6,1%, la más alta en cinco años. Otro signo que confirma que la actividad económica afronta una intensa desaceleración en el segundo semestre.

El paro subió cuatro décimas en agosto respecto a julio, y se coloca a un nivel que no se veía desde septiembre de 2003. Además, se destruyó más empleo de lo anticipado en los dos meses anteriores, 60.000 en julio y 100.000 en junio. La última vez que se vio un deterioro tan continuado del mercado laboral fue entre octubre de 2001 y mayo de 2002, tras los atentados del 11-S.

EE UU está destruyendo así empleo a una media de 76.000 puestos mensuales. A este paso, no se descarta que se pueda llegar a una tasa de paro en torno al 7% en 2009, antes de que se vea la recuperación. Al desglosar el dato se constata que la crisis afecta a casi todos los sectores, y en especial a la industria, con 61.000 empleos destruidos, la mayor caída desde julio de 2003.

La construcción perdió 8.000 empleos, 39.000 el sector del automóvil y 3.000 el financiero. El parón también afecta al comercio, donde se eliminaron 19.900 empleos, y la restauración, con 4.000 contratos menos. La educación y los servicios de salud son los únicos generadores de empleo en esta coyuntura.

La productividad se elevó en el segundo trimestre al 4,3%, dos puntos más de lo anticipado. Las empresas reducen así costes sin sacrificar la producción.

Pero Wall Street empieza a preocuparse seriamente por los problemas que afrontan los consumidores para llegar a final de mes, ya que con su gasto alimentan dos tercios del crecimiento en EE UU. Y reconocen que el abaratamiento de la energía no será suficiente para salvar por sí solo a la economía.

Miedo al frenazo global

El dato de empleo es un reflejo, además, de los problemas que persisten en la economía estadounidense, que amenazan con arrastrarla a la recesión. Y además se teme que el frenazo en el crecimiento global, sobre todo en Europa y Japón, y el repunte del dólar afecten donde tiene su punto fuerte: las exportaciones, que en el segundo trimestre aportaron tres puntos al crecimiento.

La Casa Blanca se apresura a ofrecer una imagen no tan pesimista de la situación, aunque admite que el dato es malo. Los asesores económicos del presidente George Bush descartan que EE UU esté en recesión y destacan la capacidad para resistir los choques energéticos y financieros. Es más, creen que en el tercer trimestre habrá crecimiento.

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