Un joven intenta asesinar a su abuela y prende fuego a la casa

El presunto homicida, ya en prisión, padece piromanía

José Ramón Guerrero Zapata ha ido esta vez demasiado lejos. Este chico de 20 años, que trabaja como vigilante de seguridad en Tarragona, está en la cárcel tras intentar asesinar a su abuela con un cuchillo y, después, prender fuego a su casa. La mujer, de 83 años y con las facultades físicas muy mermadas, sufre quemaduras de segundo grado en más de la mitad del cuerpo. Tragó tanto humo que ahora apenas puede respirar por sí sola. Ramona Gómez lo contó todo a los médicos que la atendieron: su nieto fue quien había intentado matarla.

El sábado por la tarde, los Bomberos acudieron a sofoca...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

José Ramón Guerrero Zapata ha ido esta vez demasiado lejos. Este chico de 20 años, que trabaja como vigilante de seguridad en Tarragona, está en la cárcel tras intentar asesinar a su abuela con un cuchillo y, después, prender fuego a su casa. La mujer, de 83 años y con las facultades físicas muy mermadas, sufre quemaduras de segundo grado en más de la mitad del cuerpo. Tragó tanto humo que ahora apenas puede respirar por sí sola. Ramona Gómez lo contó todo a los médicos que la atendieron: su nieto fue quien había intentado matarla.

El sábado por la tarde, los Bomberos acudieron a sofocar un incendio declarado en un piso de Reus. Allí encontraron a Ramona con un cuchillo clavado en el lateral derecho del cuello. La víctima también presentaba cortes en la cabeza y en las cervicales, informaron fuentes de la investigación. La mujer fue trasladada al Hospital del Vall d'Hebron de Barcelona, donde se recupera de las heridas. Está grave, pero estable, relató un portavoz del centro sanitario.

La víctima recibió una puñalada en el cuello y sufre varias quemaduras

Si un incendio tiene más de un foco de inicio es señal inequívoca de que alguien lo ha provocado. Eso es lo que los investigadores constataron. Eso, junto a la declaración de la abuela y otros efectos que hallaron en el piso, llevaron a la detención de José Ramón la misma noche del sábado. Éste lo negó todo en comisaría, aunque cayó en diversas contradicciones. El juzgado de guardia de Reus lo envió el martes directamente a la cárcel, acusado de intento de homicidio.

El nieto carece de antecedentes policiales. Su historial, sin embargo, es conflictivo. Desde su adolescencia, padece de trastornos mentales. Sentía, por ejemplo, fascinación por el fuego, un rasgo que comparten todos los pirómanos, informaron fuentes de la investigación. A los 17 años, de hecho, fue acusado de provocar un incendio en la fábrica de muebles El Mayorista, donde trabajaba. Fue absuelto por falta de pruebas para condenarle. En su sentencia, sin embargo, el juez dejó constancia de que en el entorno de José Ramón se habían producido al menos siete incendios: en una pizzería donde también trabajó un tiempo; en contenedores de basura cercanos a las zonas por donde se movía; en vehículos aparcados en la calle e incluso en la vivienda de sus padres.

El joven había abierto un espacio personal en una de las redes sociales de Internet que permiten conocer gente. José Ramón se define a sí mismo como un chico "simpático y con ganas de fiesta", "muy romántico" y "amigo de sus amigos". En sus últimas entradas, de principios de año, habla de una relación sentimental que se ha ido a pique. Y concluye: "Llevo tiempo intentándola olvidar y no puedo. No puedo más con mi vida y me estoy hundiendo poco a poco. No lo entiendo, a mis 20 años..."

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La Brigada Provincial de Policía Científica investiga ahora las causas exactas del incendio, que ha puesto en riesgo, también, a los vecinos de Ramona.

Sobre la firma

Archivado En