"La Semana Grande debe ser un atractivo para atraer turistas"

Ingeniero industrial de profesión, Ramón Peironcely fue concejal de Turismo y vicepresidente del Centro de Atracción y Turismo de San Sebastián entre 1962 y 1966. En ese periodo, "con un gran equipo de donostiarras de pro de distintas ideologías", se crearon, entre otros eventos, el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de la Semana Grande y el Festival Internacional de Jazz, el primero de España. Hombre "inquieto", Peironcely formó también parte del grupo de personas que fundaron la Policlínica Guipúzcoa, la Sociedad Gastronómica, la Asociación de Amigos de la isla Santa Clara o el cl...

Ingeniero industrial de profesión, Ramón Peironcely fue concejal de Turismo y vicepresidente del Centro de Atracción y Turismo de San Sebastián entre 1962 y 1966. En ese periodo, "con un gran equipo de donostiarras de pro de distintas ideologías", se crearon, entre otros eventos, el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de la Semana Grande y el Festival Internacional de Jazz, el primero de España. Hombre "inquieto", Peironcely formó también parte del grupo de personas que fundaron la Policlínica Guipúzcoa, la Sociedad Gastronómica, la Asociación de Amigos de la isla Santa Clara o el club de golf Basozabal.

Asegura que siempre le ha guiado el sentimiento "azul y blanco", los colores de la ciudad. "Es algo que llevo metido hasta el fondo del corazón". Con esa coletilla, se detiene a hablar de la Semana Grande. Peironcely recuerda que estas fiestas estivales nacieron "como una atracción para el forastero". Corría 1879. "Nuestras verdaderas fiestas son el día de San Sebastián y las fiestas de los barrios", precisa.

RAMÓN PEIRONCELY Concejal de Turismo donostiarra entre 1962 y 1966

Ese origen ha pesado sobre la Semana Grande, siempre inmersa en la discusión de si es una fiesta para la galería, si resulta poco participativa, si es menos divertida que las citas estivales de las otras dos capitales... Peironcely lo tiene claro. Mirando al pasado con cierta nostalgia, considera que la Semana Grande debe suponer "un atractivo para atraer al turista y enseñarle la ciudad", si bien "con la participación de los donostiarras". Celebraciones "nuestras, nuestras", insiste, ya están el patrón de la ciudad y las fiestas de los barrios.

Por ello, si bien asume que el tipo de turismo ha cambiado mucho en los últimos años, aboga por potenciar actividades que atraigan como antaño a "un turismo de élite". "Van a decir que soy un pijo. No, porque eso tiene una contrapartida, y es que da a San Sebastián un beneficio tremendo", defiende.

Con esta filosofía, mira crítico hacia el alcalde, el socialista Odón Elorza, y su equipo. Considera que el consistorio debería impulsar con ahínco la apertura de nuevos hoteles. Cree también que debería apoyar más las corridas de toros. "Podría hacer contratos paramunicipales o entrar en la empresa" que las organiza. "Ya sé que el Ayuntamiento no está para eso, pero, en ciertos momentos, si la ciudad se va a beneficiar, hay que ayudar", argumenta.

Peironcely echa en falta durante la Semana Grande una buena compañía de circo o espectáculos de teatro que atraigan a los visitantes. ¿La iniciativa del pañuelo? "No me da un donostiarrismo". ¿El cañonazo? "No, y además no es el sitio. Tenemos que reivindicar la plaza de la Constitución y un arranque con cosas nuestras, no emulando lo de los demás". ¿Y los fuegos artificiales? Sin perder la bahía como escenario, que "es única", apuesta por lanzarlos desde otro lugar. "Se podría colocar una plataforma en el mar".