Once detenidos por el 'ciberrobo' de 41 millones de tarjetas bancarias

En el siglo XXI, nadie parece estar a salvo de los crímenes cibernéticos. Le ha pasado nada menos que a los usuarios de 41 millones de tarjetas de crédito y débito relacionadas con tiendas estadounidenses como Barnes & Noble, BJ's, Forever 21 o TJX. Las autoridades estadounidenses anunciaron ayer el arresto de 11 sospechosos de haber protagonizado el mayor ciber-robo de la historia. Durante cinco años, una red internacional de hackers capitaneada por Albert González, de Miami, se dedicó a recorrer Estados Unidos robando, vía wi-fi, los datos de millones de ciudadano...

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En el siglo XXI, nadie parece estar a salvo de los crímenes cibernéticos. Le ha pasado nada menos que a los usuarios de 41 millones de tarjetas de crédito y débito relacionadas con tiendas estadounidenses como Barnes & Noble, BJ's, Forever 21 o TJX. Las autoridades estadounidenses anunciaron ayer el arresto de 11 sospechosos de haber protagonizado el mayor ciber-robo de la historia. Durante cinco años, una red internacional de hackers capitaneada por Albert González, de Miami, se dedicó a recorrer Estados Unidos robando, vía wi-fi, los datos de millones de ciudadanos.

Según la fiscalía, que ha acusado a los detenidos de conspiración, fraude, robo de identidad e intrusión en ordenadores, la red se dedicaba a entrar en los sistemas de grandes almacenes, donde accedía a los datos bancarios de los clientes. Esa información era almacenada en servidores de Europa del Este y EE UU, y después vendida a otros hackers. Además, se grababa en tarjetas nuevas que podían usarse en cajeros automáticos desde los que sangrar a los clientes.

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"Se trata de la mayor y más sofisticada red de robo de identidad que ha perseguido el Departamento de Justicia", declaró ayer Mark Sullivan, director de los Servicios Secretos estadounidenses. Pese a que las autoridades investigaban el caso desde 2003, cuando González fue arrestado por primera vez y se convirtió en espía para la policía -haciendo, sin que las autoridades lo supieran, un doble juego con sus socios-, no fue hasta 2007 cuando la policía comenzó a entender las dimensiones de esta red: la empresa TJX anunció que había sido hackeada, poniendo en peligro la identidad de 45 millones de clientes.

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