LA CALLE / Tiendas

Fibras naturales

Una calle en el barrio de la Ribera, cerca del paseo del Born, recuerda al gremio medieval de la espartería. Sin ser tan antigua, la espartería Lluch lleva desde antes de la Guerra Civil en el barrio de la Bordeta. "Mi abuelo compró el local de la Gran Via hacia 1934, cuando aquí sólo había huertos", recuerda Josep Pérez Lluch, propietario actual de un comercio con casi 75 años de vida.

La tienda, de dos plantas, fue restaurada hace dos años para convertirla en un "escaparate". Es un comercio de fibras naturales donde se encuentran todo tipo de productos de esparto, mimbre y palma, que ...

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Una calle en el barrio de la Ribera, cerca del paseo del Born, recuerda al gremio medieval de la espartería. Sin ser tan antigua, la espartería Lluch lleva desde antes de la Guerra Civil en el barrio de la Bordeta. "Mi abuelo compró el local de la Gran Via hacia 1934, cuando aquí sólo había huertos", recuerda Josep Pérez Lluch, propietario actual de un comercio con casi 75 años de vida.

La tienda, de dos plantas, fue restaurada hace dos años para convertirla en un "escaparate". Es un comercio de fibras naturales donde se encuentran todo tipo de productos de esparto, mimbre y palma, que venden al detalle y al por mayor. Cestas y cestos, cuerdas, cepillos, artículos de madera, sombreros, bolsos, soplillos, estropajos y hasta escobas y braseros de los de antaño adornan las estanterías. "En los años cincuenta teníamos seis empleados que exclusivamente hacían escobas de palmito y estropajos de estopa. Por entonces, venían camiones cargados de palmito de Jaén, Málaga y el Garraf. Ahora la especie está protegida, el género viene de Marruecos o Asia, y yo trabajo solo. Sé que mis productos estarán dentro de poco en los museos. Realmente, las cosas han cambiado mucho", asegura Pérez Lluch, de 55 años, representante de la tercera generación de una familia de comerciantes.

La entrada del plástico marcó el punto de inflexión del negocio. Hasta los años sesenta suministraban gran cantidad de productos de primera necesidad a los hogares, además de material para la construcción. La oferta hoy se ha adaptado a los tiempos y a una clientela que acude a la tienda para comprar regalos o arreglar viejas sillas de mimbre y rejilla. "Algunos arreglos son más caros que comprar la silla nueva, pero para muchos son recuerdos sentimentales que merece la pena conservar". Y eso no tiene precio.

- Lo más. Durante el mes de julio regalan una pamela por la compra de un bolso de 12 euros. También restauran muebles de palma, mimbre o rejilla.

- Lo menos. El sábado está cerrado.

- Dirección. Espartería Lluch. Gran Via, 339. Teléfono 93 423 17 68. De lunes a viernes, de 9.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.00 horas.

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