El traspaso de Cercanías se demora un año más pese a las promesas de Zapatero

Por si quedaba alguna duda de que el Gobierno catalán no comparte el optimismo de José Luis Rodríguez Zapatero sobre el desarrollo del Estatuto, el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, confirmó ayer lo que ya era un secreto a voces. La transferencia más emblemática, la de los trenes de Cercanías, prometida para el pasado 1 de enero, puede demorarse un año más.

El malestar del Gobierno catalán es evidente y ayer, como medida de presión, pidió que se retrase el encuentro de la comisión Estado-Generalitat que la próxima semana debía abordar nuevos traspasos. "En estos momentos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Por si quedaba alguna duda de que el Gobierno catalán no comparte el optimismo de José Luis Rodríguez Zapatero sobre el desarrollo del Estatuto, el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, confirmó ayer lo que ya era un secreto a voces. La transferencia más emblemática, la de los trenes de Cercanías, prometida para el pasado 1 de enero, puede demorarse un año más.

El malestar del Gobierno catalán es evidente y ayer, como medida de presión, pidió que se retrase el encuentro de la comisión Estado-Generalitat que la próxima semana debía abordar nuevos traspasos. "En estos momentos no hay nada que transferir, sólo hay buenas palabras", resumieron ayer fuentes del Gobierno catalán.

La Generalitat presiona a Zapatero retrasando otra reunión bilateral

Como era sabido, mañana tampoco se reunirá la comisión mixta de transferencias que debía rubricar los acuerdos pactados en enero. Tampoco hay dinero para financiar transferencias como la ordenación del litoral, la gestión de las comunicaciones electrónicas y la homologación de títulos académicos para extranjeros. No hay dinero o el que hay resulta insuficiente para la Generalitat. Por esta razón, el Gobierno de José Montilla ha utilizado el recurso de dar un golpe sobre la mesa, un gesto poco comprometido -las reuniones pueden celebrarse cualquier otro día antes de fin de mes-, pero que ayuda a visualizar el malestar del Ejecutivo catalán. A ver si se enteran, viene a decir Montilla.

Sin embargo, en el Ministerio de Administraciones Públicas, responsable del desarrollo estatutario, nadie parecía darse por enterado ayer por la tarde. "Nosotros estamos para servir al Gobierno catalán; si no quieren reunirse, pues esperamos sin problemas", explicó ayer una portavoz ministerial. "Retrasar una reunión es normal, esta misma semana lo ha hecho Galicia; se trata de hacer lo que haga falta para llegar a buenos acuerdos", añadió. Y pese a las quejas del Gobierno catalán, la portavoz insistió en asegurar que el Gobierno central tiene el mismo interés que la Generalitat en desplegar el Estatuto. "El compromiso es de ambas partes", aseguró.

El mismo mensaje le transmitió la ministra Elena Salgado a Joan Saura en la llamada que ayer por la tarde hizo el consejero al Ministerio de Administraciones Públicas. En un tono "positivo", según fuentes del Departamento de Relaciones Institucionales, Saura pidió el aplazamiento las dos reuniones para celebrarlas cuando realmente haya acuerdos que firmar. Además, Saura añadió que, antes de abrir las carpetas de nuevos traspasos, la Generalitat quiere cerrar las que ya llevan meses cocinándose en varios ministerios. La consigna es no abrir nuevos frentes mientras no se resuelvan los viejos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Fuentes del Departamento de Presidencia aseguran que los acuerdos llegarán, y que lo harán más pronto que tarde. "Se está avanzando en un acuerdo para la transferencia de Cercanías; eso sí, desde que se firme hasta que el ciudadano vea que los trenes están gestionados ya por la Generalitat, aún pasará un tiempo". Esta interpretación casa con la que hace Joaquim Nadal, quien asegura que el de Cercanías será uno de los traspasos más difíciles de los que ha asumido la Generalitat.

Sobre la firma

Archivado En