Iberia tendrá el 45% de la nueva Vueling tras la absorción de Clickair

La operación depende de que la CNVM no exija el lanzamiento de una OPA

Si hace un año le hubiesen dicho a los gestores de Vueling que Iberia, su bestia negra, se iba a convertir en su primer accionista, se habrían llevado a las manos a la cabeza. Pero ayer, el consejo de Vueling, con la familia Lara como primer socio, aprobó un acuerdo de fusión con Clickair, participada de Iberia, que deja en manos de la antigua aerolínea de bandera hasta el 45,8% del capital. Será la mayor aerolínea de bajo coste española. La marca Vueling y la sede en Barcelona se mantienen.

El encarecimiento del petróleo y la crisis del sector han hecho casi inevitable una fusión entre...

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Si hace un año le hubiesen dicho a los gestores de Vueling que Iberia, su bestia negra, se iba a convertir en su primer accionista, se habrían llevado a las manos a la cabeza. Pero ayer, el consejo de Vueling, con la familia Lara como primer socio, aprobó un acuerdo de fusión con Clickair, participada de Iberia, que deja en manos de la antigua aerolínea de bandera hasta el 45,8% del capital. Será la mayor aerolínea de bajo coste española. La marca Vueling y la sede en Barcelona se mantienen.

El encarecimiento del petróleo y la crisis del sector han hecho casi inevitable una fusión entre dos firmas con grandes pérdidas.

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El 45% de Iberia en Vueling supone un control económico abrumador, pese a que no tendrá la mayoría de derechos políticos. Los dos otros accionistas de referencia pesarán mucho menos: Lara, alrededor de un 14%, y Nefinsa (socio de Clickair), un 4%. Los tres han acordado que permanecerán dos años en la sociedad.

El resto del capital flotará en Bolsa y puede incluir participaciones de accionistas de Vueling como su cofundador Carlos Muñoz, o como Atalaya (un grupo de cajas de ahorros). Pero no han comprometido su continuidad.

La fusión "entre iguales" se hará a través de integración de Clickair en Vueling, que no dejará de cotizar en Bolsa. Se asignará el mismo valor a las dos compañías. Luego se ejecutará una ampliación de capital. Josep Piqué, presidente de Vueling, seguirá de presidente no ejecutivo. Clickair coloca al primer directivo, Álex Cruz.

Iberia pedirá a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una dispensa para evitar lanzar una oferta pública de adquisición (OPA), pese a superar el 30% del capital. Alegará que no controlará ni la gestión ni el consejo. La operación "está sujeta a que ninguna de las partes se vea obligada a lanzar una OPA", advirtió ayer Vueling. Aun así, Iberia se sentará en el consejo de una aerolínea con la que competirá. Es la razón esgrimida en otras empresas para vetar la participación de importantes accionistas, como NH, que ha negado a la también hotelera Hesperia la entrada en el consejo, pese a tener el 25%.

Iberia se hará con la participación de otros socios de Clickair que no siguen en la aventura, como la familia Carulla (Quercus), los Fluxà (Iberostar) y el grupo ACS. Según fuentes del mercado, estos socios han vendido "sin pérdidas ni ganancias". Los padres de Vueling y Clickair se han esforzado en transmitir el mensaje de que la futura compañía operará independiente de Iberia, y prueba de ello es que seguirán compitiendo en rutas tan codiciadas como el Barcelona-Madrid. La CNMV y la Comisión Nacional de Competencia tendrán que pronunciarse sobre la operación. También Bruselas podría tener que hacerlo.

Vueling y Clickair suman 45 aviones y más de 2.000 empleados entre las dos, además de tener más de 50 rutas cada una. El solapamiento entre buena parte de ellas obligará a una reestructuración. Esperan empezar a volar juntas en 2009 y ganar dinero ese año. La primera perdió 63,7 millones en 2007. A la segunda se le atribuyen pérdidas de 50 millones.

Aviones de Clickair y Vueling en el aeropuerto de El Prat (Barcelona).REUTERS

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