LA CALLE | Rutas

A vista de pájaro

La ascensión a la cima de la Tosa (2.536 metros), situada en el parque natural del Cadí-Moixeró, es un itinerario de alta montaña, pese a la facilidad que otorga el coche al acceso de la salida de la ruta en Coll de Pal. Se trata de una excursión maravillosa e inolvidable para hacerla en primavera y en verano. ¿El misterio? Tres datos: los extensos paisajes a vista de pájaro de que el caminante puede gozar durante el paseo por encima de los 2.000 metros de altitud; la extensa panorámica desde la cumbre de La Tosa, especialmente de la comarca de la Cerdanya, el Cadí, el Moixeró y el Pedraforca,...

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La ascensión a la cima de la Tosa (2.536 metros), situada en el parque natural del Cadí-Moixeró, es un itinerario de alta montaña, pese a la facilidad que otorga el coche al acceso de la salida de la ruta en Coll de Pal. Se trata de una excursión maravillosa e inolvidable para hacerla en primavera y en verano. ¿El misterio? Tres datos: los extensos paisajes a vista de pájaro de que el caminante puede gozar durante el paseo por encima de los 2.000 metros de altitud; la extensa panorámica desde la cumbre de La Tosa, especialmente de la comarca de la Cerdanya, el Cadí, el Moixeró y el Pedraforca, y la suculenta gastronomía casera del refugio Niu de l'Àliga, unos de los más altos de Cataluña, como punto final de la excursión.

La ruta comienza en el mismo Coll de Pal, al cual se accede desde la carretera de Bagà. Y la ascensión a pie se inicia por la izquierda (mirando hacia la Cerdanya) por unos prados. Muy pronto el excursionista llegará a la arista del Serrat Gran, donde se comprueba que la estructura de la Tosa y del Moixeró son muy diferentes de la del Cadí. Una lección práctica de geología: vertientes abruptas y con grandes paredes hacia el sur y vertientes suaves y cubiertas de bosques al norte. El itinerario sigue prácticamente por todo el hilo de la arista. No hay pérdida posible.

Durante todo el paseo, por donde el caminante irá coronando varias cumbres, es fácil ver volar águilas y, si hay suerte, algún quebrantahuesos, además del rebeco, el animal terrestre de la zona. Desde la cumbre del pico de Comabella (2.436), el trayecto se adivina corto y es el momento de gozar de las maravillosas vistas del Puigmal, el Comapedrosa (en Andorra) y, a lo lejos, el Pirineo aragonés; Montserrat y los relieves de Tarragona son una fotografía que hay que tener en cuenta. Incluso, en una jornada limpia y con buen tiempo, se otean en el horizonte Menorca y Mallorca.

- Observaciones. Se recomienda hacer la ruta primera hora de la mañana y llevar un buen calzado y ropa de abrigo.

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