FGV pedirá más servicios mínimos por la huelga
La huelga del metro de Valencia, con paros parciales en las horas punta de servicio desde hace seis meses, entra en una nueva etapa. Mientras la dirección de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que gestiona la red, anunció ayer que solicitará a la Dirección General de Trabajo que aumente los servicios mínimos del 66% al 90% para contrarrestar la huelga de los maquinistas, estos desconvocaban por su lado los paros durante diez días para "dar una oportunidad para el diálogo".
Este movimiento en un conflicto que se mantenía atascado se produce a pocos días de que un grupo de u...
La huelga del metro de Valencia, con paros parciales en las horas punta de servicio desde hace seis meses, entra en una nueva etapa. Mientras la dirección de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que gestiona la red, anunció ayer que solicitará a la Dirección General de Trabajo que aumente los servicios mínimos del 66% al 90% para contrarrestar la huelga de los maquinistas, estos desconvocaban por su lado los paros durante diez días para "dar una oportunidad para el diálogo".
Este movimiento en un conflicto que se mantenía atascado se produce a pocos días de que un grupo de usuarios de localidades del área metropolitana se dirigiera a la Fiscalía para que investigue por qué los paros duran tanto sin que los responsables políticos de la Consejería de Infraestructuras y de FGV hayan logrado poner remedio a los retrasos que sufren.
Además del aumento de servicios mínimos, la dirección del Metro también aseguró ayer que presentará una demanda judicial para que un juzgado de lo Social determine si la reivindicación económica de los maquinistas de 160 euros por un plus de productividad -no es su única queja de los trabajadores- es "argumento suficiente para mantener los paros". Previamente, las dos partes comparecerán de nuevo ante el Tribunal de Arbitraje Laboral para intentar un acuerdo.
Un "respiro" al viajero
Los maquinistas, la mayoría afiliados al Sindicato Independiente Ferroviario (SIF), único convocante de los paros, se reunieron por la tarde para analizar la continuación de la protesta en junio. Al final, decidieron desconvocar la huelga entre el 26 de mayo y el 4 de junio para intentar un acuerdo con FGV y "demostrar a la opinión pública y a los viajeros" que no son "un colectivo tan malo como dice la empresa", según manifestó el secretario general del SIF, Jorge Álvarez. Los viajeros "están saturados de tanta huelga", no se les puede "machacar" con paros y necesitan "un respiro", admitió Álvarez. El SIF, no obstante, defendió que la huelga es justa, no se reduce a una reclamación salarial, como sostiene la dirección de FGV, y que retomará los paros si la empresa no intenta ningún acercamiento hasta el 4 de junio. Por su parte, FGV reiteró que busca "una solución del conflicto que sea justa y equilibrada" en el marco del convenio colectivo que se negocia.