La conservera Calvo vuelve a ganar dinero tras digerir su expansión en América

La empresa recupera el liderato en Brasil y ya es segunda marca en Italia

El líder conservero español vuelve a dar beneficios. Calvo anunció ayer el final de dos años de duro ajuste, en los que llegó a negociar la venta de la empresa. La compañía con sede en Carballo (A Coruña) informó ayer de que ha entrado en beneficio neto en el primer cuatrimestre del año (en 2006 llegó a perder 12,5 millones de euros). "Llevo 57 años aquí, hemos tenido problemas, pero siempre hemos salido adelante porque tenemos una fortaleza: la unión familiar", explicó ayer José Luis Calvo Pumpido, presidente del grupo. La empresa la gestiona ahora su sobrino, Manuel Calvo García-Benavides, e...

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El líder conservero español vuelve a dar beneficios. Calvo anunció ayer el final de dos años de duro ajuste, en los que llegó a negociar la venta de la empresa. La compañía con sede en Carballo (A Coruña) informó ayer de que ha entrado en beneficio neto en el primer cuatrimestre del año (en 2006 llegó a perder 12,5 millones de euros). "Llevo 57 años aquí, hemos tenido problemas, pero siempre hemos salido adelante porque tenemos una fortaleza: la unión familiar", explicó ayer José Luis Calvo Pumpido, presidente del grupo. La empresa la gestiona ahora su sobrino, Manuel Calvo García-Benavides, el consejero delegado y representante de la tercera generación de la familia.

La multinacional gallega facturó 377 millones de euros y crece al 17%

Según los datos presentados ayer, el grupo Calvo aumentó en 2007 un 9% su facturación, hasta los 377 millones de euros. Este año el crecimiento es aún mayor, del 17%. "Tras dos años muy duros ya hemos conseguido implantar el 100% de los ajustes y ha llegado el momento de rentabilizar las inversiones", explicó Manuel Calvo.

El consejero delegado subrayó que en 2007 ya lograron poner a pleno rendimiento sus nuevas factorías de El Salvador y Brasil, así como potenciar sus ventas en el mercado brasileño e italiano. La digestión fue difícil porque, según Manuel Calvo, en los últimos siete años el grupo invirtió 160 millones de euros en su expansión. "Puedo garantizar que no va a haber ningún cambio en la estructura accionarial. Ahora nos toca disfrutar y situar a esta empresa como una marca global de alimentación", indicó el responsable de la empresa.

El plan estratégico ha mantenido a Calvo como marca líder en España, con una cuota de mercado del 16% en atún claro y 17% en mejillones; en Brasil, con su marca Gomes da Costa, tiene el 45% del mercado de atún y el 42% del de sardina en conserva; y en Italia, con la marca Nostromo, ha recuperado el segundo puesto con una cuota de mercado del 12%.

"Seguiremos haciendo conservas, pero cada vez lanzaremos más productos alimenticios de todo tipo", aseguró Javier Lazcoz, director general de la compañía.

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Calvo está invirtiendo 3,7 millones de euros este año en proyectos de innovación, ensayando la producción de nuevos platos precocinados, patés y otros productos para untar en pan. Aunque el 80% de las ventas siguen concentradas en latas de conserva, la empresa ya debe un 20% de su facturación a los nuevos alimentos. "Esa proporción será cada vez mayor en los nuevos nichos de mercado", anunció Manuel Calvo.

La multinacional gallega es el mayor grupo conservero español y el que más volumen de negocio genera fuera de España. Un 65% de sus productos son ventas internacionales en 40 países. "Nuestro gran reto para estos años es América, desde EE UU hasta Chile, y para ello estamos diseñando productos específicos para las costumbres alimenticias de cada país", precisó el consejero delegado.

Calvo pertenece en la actualidad en un 77,8% a la familia Calvo. El 11,1% está en manos de Caixanova y el 5,55% pertenece a Caja Castilla y La Mancha, lo mismo que tiene Caja Burgos.

El grupo domina todo el proceso de producción de sus alimentos, ya que dispone de una flota propia de 10 barcos y posee cinco plantas de producción en Carballo (A Coruña), Esteiro (A Coruña), El Salvador, Marruecos y Brasil. Su plantilla es de 3.500 empleados.

La que es reconocida como la empresa conservera española más innovadora continúa basando su éxito en defender su propia marca, si producir ni una sola lata para las marcas blancas (de la distribución). "Ni lo hacemos ni lo haremos. Eso es estratégico, no coyuntural", sentenció Javier Lazcoz. La gran mayoría de las conserveras gallegas dedican más de la mitad de su producción a marcas blancas.

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