Roquette traslada su sede de Barelona a Benifaió

El impacto económico superará los 10 millones por año

"Hoy somos valencianos después de 59 años de tener la producción en Benifaió", exclamó ayer en rueda de prensa el presidente de Roquette Laisa España, Miguel Ángel Puig, a modo de preámbulo emocional de la decisión tomada por la multinacional francesa de trasladar la sede social de Barcelona a la Comunidad Valenciana. El motivo no es otro que un imperativo estratégico adoptado por el Grupo Roquette en todas las filiales para agrupar fábricas, administración y unidades comerciales.

Roquette Laisa España nació en 1949 sobre la base de una empresa de Benifaió que elaboraba almidones y gluc...

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"Hoy somos valencianos después de 59 años de tener la producción en Benifaió", exclamó ayer en rueda de prensa el presidente de Roquette Laisa España, Miguel Ángel Puig, a modo de preámbulo emocional de la decisión tomada por la multinacional francesa de trasladar la sede social de Barcelona a la Comunidad Valenciana. El motivo no es otro que un imperativo estratégico adoptado por el Grupo Roquette en todas las filiales para agrupar fábricas, administración y unidades comerciales.

La plantilla de trabajadores crecerá un 20% en tres años

Roquette Laisa España nació en 1949 sobre la base de una empresa de Benifaió que elaboraba almidones y glucosas a partir de boniatos y maíz; sin embargo, su sede social estaba en Barcelona desde que el grupo francés entró en su accionariado en 1957. Hoy, la empresa de Benifaió mantiene la fabricación de esos productos a partir del maíz no transgénico (350.000 toneladas anuales) como única materia prima con un amplio espectro de aplicaciones en los sectores alimentario, industrial (papeleras y aislantes) o farmacéutico. Importantes firmas como Coca-Cola, Chupa Chups, Bimbo, Kraft, Hero, Cuétara o Zumosol, entre otras muchas, conforman su cartera de clientes.

El traslado de la sede social junto a su centro de producción supondrá la ampliación de las instalaciones, que en la actualidad cuenta con unos 55.000 metros cuadrados, así como el incremento de la plantilla en un 20% durante los tres próximos años. Asimismo, tendrá un importante impacto económico directo para la Comunidad Valenciana en el pago del impuesto de sociedades y en el 50% que ingresará la Generalitat por la recaudación fiscal que la compañía ingresa en Hacienda en concepto de IVA. En ese sentido, el año pasado Roquette Laisa pagó ocho millones de euros por el impuesto y cinco por el IVA.

Roquette Laisa, con 225 empleados, está entre las primeras 700 empresas de España y las cinco primeras del sector agroalimentario de la Comunidad Valenciana. En 2007 tuvo una facturación de 200 millones de euros (17 netos), en un "momento difícil" por la situación de los cereales en el mundo, explicó el director general de la empresa, Rafael Obiol, aunque se mostró optimista respecto al próximo ejercicio, que calificó de "bueno" y para el que auguró una facturación de 235 millones y unas inversiones de siete.

Ante la amenaza del precio de los cereales, Obiol centró la estrategia de la compañía en la ampliación del ámbito de actuación al sur de Francia y el norte de África, así como en la innovación en productos saludables, bajos en calorías o los sustitutivos de derivados del petróleo, denominados "química verde".

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