Toneladas de grava de una cantera inundan un río en Lugo

La plataforma ecologista Adega denunció ante el Seprona que, entre el jueves y el viernes de la semana pasada, "cientos de toneladas" de grava y de lodos procedentes de una cantera de la empresa Hergaya (en el lugar de Cruz da Cancela, municipio de Riotorto) se precipitaron sobre el Turia, un regato que es cabecera del Torto, afluente del Eo. La avalancha de piedras y barro descendió por el Turia hasta invadir, según Daniel Vispo, portavoz de Adega, tres kilómetros del cauce, llegando a afectar a las corrientes principales y llevándose por delante un puente que da servicio a "varias aldeas"....

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La plataforma ecologista Adega denunció ante el Seprona que, entre el jueves y el viernes de la semana pasada, "cientos de toneladas" de grava y de lodos procedentes de una cantera de la empresa Hergaya (en el lugar de Cruz da Cancela, municipio de Riotorto) se precipitaron sobre el Turia, un regato que es cabecera del Torto, afluente del Eo. La avalancha de piedras y barro descendió por el Turia hasta invadir, según Daniel Vispo, portavoz de Adega, tres kilómetros del cauce, llegando a afectar a las corrientes principales y llevándose por delante un puente que da servicio a "varias aldeas".

Las lluvias persistentes provocaron el derrumbe de los materiales de la cantera, una gravera que corta la montaña justo a la vera del río y de la carretera que une Meira y Lourenzá. Adega ya denunció hace tiempo la situación de esta empresa ante el Ayuntamiento de Riotorto y la Dirección Xeral de Urbanismo. En esta ocasión, según los ecologistas, los lodos y la grava "colmataron por completo el cauce" causando "un muy grave impacto ambiental".

Adega apunta que el Turia, al ser cabecera, y "por la calidad de su agua y su mayor oxigenación", aporta "prácticamente toda la capacidad de autodepuración que puede tener un río a lo largo de su cuenca". "Si los aportes de agua que proceden de la cuenca alta del río ya llegan contaminados y sin oxigenar, queda afectada cualquier forma de vida del ecosistema fluvial", denuncia el colectivo. Desde que se produjo el accidente, la empresa ya ha desatascado el cauce. Ahora el agua puede continuar su curso, pero los escombros siguen en el fondo y en las márgenes del arroyo. Adega pide la paralización de esta gravera.

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