Zaragoza pone sordina al debate sobre el grupo en el Congreso

Maragall aboga por la "plena" autonomía del PSC

Por si quedaba alguna duda de que el núcleo dirigente del Partit dels Socialistes no está para reabrir debates como el de recuperar el grupo parlamentario propio en el Congreso, ayer acabó de certificarlo el secretario de organización del partido. José Zaragoza tomó cartas en el asunto después de que el consejero de Economía y voz destacada del sector más catalanista del PSC, Antoni Castells, desenterrara la petición por enésima vez el pasado viernes al lamentar la falta de voz propia de los 25 diputados del PSC en el Congreso. "Soy partidario de mantener la resolución aprobada en 2004", resum...

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Por si quedaba alguna duda de que el núcleo dirigente del Partit dels Socialistes no está para reabrir debates como el de recuperar el grupo parlamentario propio en el Congreso, ayer acabó de certificarlo el secretario de organización del partido. José Zaragoza tomó cartas en el asunto después de que el consejero de Economía y voz destacada del sector más catalanista del PSC, Antoni Castells, desenterrara la petición por enésima vez el pasado viernes al lamentar la falta de voz propia de los 25 diputados del PSC en el Congreso. "Soy partidario de mantener la resolución aprobada en 2004", resumió Zaragoza, quien también negó que el partido tenga "dos almas".

El núcleo de dirigentes más próximo a José Montilla, -entre los que se cuentan José Zaragoza y Miquel Iceta- entienden que ni es el momento ni hay motivos para variar una críptica resolución de 2004 en la que el partido dejaba la puerta abierta a variar la estructura parlamentaria de sus diputados en el Congreso si así lo decidía la ejecutiva del partido. Estos dirigentes consideran que la fuerza de los 25 diputados del PSC se ejerce influyendo en el conjunto de las políticas adoptadas por el grupo del PSOE y no sólo sobre las que se refieren a Cataluña. Sin embargo, episodios como los intentos de reprobación de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, han puesto en serios aprietos a los diputados del PSC, que tuvieron que acatar sin rechistar la disciplina de voto del PSOE.

Las tesis de Castells y de otros dirigentes del ala catalanista no sólo chocan con la cúpula en lo que a grupo parlamentario propio se refiere. Zaragoza también rechazó -aunque cuidando mucho las formas- que el PSC sea la unión de dos familias o sensibilidades: a grandes rasgos, la catalanista y la socialista. "El PSC no tiene dos almas, es un partido que cumple 30 años y, como Cataluña, también ha cambiado durante este tiempo", dijo Zaragoza. Con todo, el secretario de Organización socialista cuidó mucho las formas para que Castells, hombre de confianza de Montilla para abordar asuntos como la nueva financiación de la Generalitat, pudiera sentirse desautorizado. "Castells y yo siempre hemos votado lo mismo", aseguró Zaragoza.

Pero le guste o no a la dirección del partido, el debate sobre el grupo parlamentario volverá a salir en los próximos meses. Ayer mismo, Ernest Maragall, situado también en los sectores catalanistas, defendió que el PSC exhiba una autonomía "plena" en su actividad parlamentaria para que Cataluña pueda demostrar que es un "país entero y normal". El debate continuará hasta el congreso de julio.

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