Dikers huye en su nuevo disco de la monotonía del 'punk melódico'

Dikers es uno de los principales exponentes españoles del punk pop, pero el trío navarro busca sacudirse la etiqueta de monotonía que pende del género. Lo ha hecho en Carrusel (Locomotive Records), su quinto disco, que conjuga guitarrazos rockeros y melodías con sustrato pop.

"Algunos temas son muy de Dikers, pero otros sorprenderán: hay algunos más lentillos, un rap, una introducción con una coral de niños y el single (Carrusel) no es punk. Es nuestro disco más variado. ¿Punk rock melódico? Melódico sí es, punk no lo sé", sentenci...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dikers es uno de los principales exponentes españoles del punk pop, pero el trío navarro busca sacudirse la etiqueta de monotonía que pende del género. Lo ha hecho en Carrusel (Locomotive Records), su quinto disco, que conjuga guitarrazos rockeros y melodías con sustrato pop.

"Algunos temas son muy de Dikers, pero otros sorprenderán: hay algunos más lentillos, un rap, una introducción con una coral de niños y el single (Carrusel) no es punk. Es nuestro disco más variado. ¿Punk rock melódico? Melódico sí es, punk no lo sé", sentencia Iker Piedrafita, guitarrista, cantante y compositor de la banda.

El nuevo trabajo del grupo cuenta con la colaboración de miembros de Despistaos y Da2, y Piedrafita ha puesto música a El cepo y A contrapelo, dos textos de Kutxi Romero, cantante de Marea. "La música me sale bastante rápido, pero las letras me cuestan más. Por eso le pedí dos a Kutxi, que con él ya sabes que vas a lo seguro. Sin duda, me parece que es uno de los mejores letristas de este país", se justifica.

Iker Piedrafita es la cabeza visible de Dikers. Al inicio de su carrera, hace diez años, lo fue por ser hijo de Alfredo Piedrafita, guitarrista de Barricada, y ahora lo es por méritos propios, ya que se ha convertido en un productor cotizado en el circuito rockero. El año pasado también publicó un disco con un grupo más comercial llamado Marti-K, un debut compuesto, grabado, producido y mezclado por él, aunque prefiere no plantearse metas en su fulgurante trayectoria. "Metas no tengo, pero mi sueño es poder vivir de esto", afirma el músico.

Dikers actuará el 17 de mayo en la sala Azkena, en Bilbao, y siete días después, en el festival Vértigo Rock, en Ermua.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En