Un estudio revisa el trabajo de ocho grandes secundarios

Aunque muchas veces quedan "injustamente ocultos" en la sombra de las grandes estrellas, los actores secundarios "son parte fundamental del engranaje de una película y, si fallan, ésta nunca podría volar alto". Con este convencimiento, el historiador del arte Carlos Roldán (Pamplona, 1965) ha escrito Secundarios vascos de primera, un libro en el que reconoce el trabajo de ocho actores: Mikel Garmendia, fallecido hace tres años, Elena Irureta, Txema Blasco, Kontxu Odriozola, Paco Sagarzazu, Esther Esparza, Ramón Barea e Iñake Irastorza.

Editado por la Filmoteca Vasca en colaboraci...

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Aunque muchas veces quedan "injustamente ocultos" en la sombra de las grandes estrellas, los actores secundarios "son parte fundamental del engranaje de una película y, si fallan, ésta nunca podría volar alto". Con este convencimiento, el historiador del arte Carlos Roldán (Pamplona, 1965) ha escrito Secundarios vascos de primera, un libro en el que reconoce el trabajo de ocho actores: Mikel Garmendia, fallecido hace tres años, Elena Irureta, Txema Blasco, Kontxu Odriozola, Paco Sagarzazu, Esther Esparza, Ramón Barea e Iñake Irastorza.

Editado por la Filmoteca Vasca en colaboración con la Diputación de Guipúzcoa y la Fundación Aisge (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión), el libro recoge en sus 272 páginas entrevistas con los protagonistas (en el caso de Garmendia, con su hijo Mikel), además de sus filmografías y la bibliografía que existe sobre ellos.

"Son los que están, pero no están todos los que son", remarcó ayer Roldán, autor de libros como El cine del País Vasco: de Ama Lur (1968) a Airbag (1997), quien tiene la intención de continuar reivindicando el trabajo de otros actores secundarios vascos en nuevos volúmenes.

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