Barcelona invita a Madrid al debate sobre la ciudad futura

La rivalidad entre Barcelona y Madrid, en un mundo global, carece de sentido. Ambas deben incorporarse al debate sobre la ciudad. Así lo señaló anoche en Madrid Carles Martí, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento condal. Con el filósofo Manuel Cruz, director de Barcelona Metrópolis, presentaba esta revista que financia el Instituto Municipal de Cultura que aquél preside. El escenario fue Blanquerna, buque insignia de la cultura pública catalana ubicado en la calle de Alcalá.

La revista lleva 20 años de singladura, en que fue dirigida por Joan Anton Benach. Desde las pasadas...

La rivalidad entre Barcelona y Madrid, en un mundo global, carece de sentido. Ambas deben incorporarse al debate sobre la ciudad. Así lo señaló anoche en Madrid Carles Martí, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento condal. Con el filósofo Manuel Cruz, director de Barcelona Metrópolis, presentaba esta revista que financia el Instituto Municipal de Cultura que aquél preside. El escenario fue Blanquerna, buque insignia de la cultura pública catalana ubicado en la calle de Alcalá.

La revista lleva 20 años de singladura, en que fue dirigida por Joan Anton Benach. Desde las pasadas Navidades, emprende una etapa nueva en la cual añade un lema a su mancheta: Revista de información y pensamiento urbanos. Se edita también en castellano y se vende al precio de tres euros. Cabe hallar en sus páginas desde entrevistas con los pensadores Ulrick Beck o Eric Hosbawm, hasta artículos de Salvador Giner, Espido Freire, Luis Racionero, Juan Villoro, Josep Piqué o Xavier Vidal-Folch. En el último número de la publicación, presentado ayer, se aborda como asunto central El mito de la sociedad civil catalana.

La elección de este asunto y su enunciado presentan un contenido autocrítico, considerado muy oportuno, dado que tal supuesto mito tiene en Madrid un fuerte arraigo. En las esferas políticas y culturales madrileñas se sigue considerando a Cataluña, en general y a Barcelona en particular, como locomotoras de la cultura y del desarrollo económico de todo el Estado por mor, entre otras cosas, de esa sociedad civil barcelonesa enjuiciada, sin embargo, por la revista como una evanescente quimera.

Pero tal creencia ha cambiado de posición: ambos conferenciantes admiten como fenómeno incontrastable "la creciente pujanza de Madrid". La oferta de debate sobre la ciudad, al que ambos invitaron a Madrid, se presentaba, pues, pertinente. Para entenderse, Manuel Cruz propone definir la ciudad como "una trama de situaciones y conflictos compartidos por un conjunto de individuos decididos a vivir juntos". En la vida local, dijo, "se hacen mucho más visibles que en la esfera de la gran política problemas tan importantes como la redistribución de la riqueza". Luego señaló que el debate Barcelona-Madrid, "ha de plantearse como el de dos grandes metrópolis y no únicamente en términos de capitalidades". Se refería al doble enfrentamiento de modelos, Madrid-capital de España / Barcelona-capital de Cataluña, saldado siempre en incomprensión.

Para que la comprensión mutua entre Barcelona y Madrid realmente avance, Carles Martí propuso situar el diálogo intermetropolitano en el escenario de la globalización donde, a su juicio, "las viejas rivalidades entre ambas ciudades pierden sentido". El escenario de colaboración por él propuesto "habrá de ser el de la sociedad del conocimiento, donde cada metrópolis es un nodo que se relaciona con otros polos de modo múltiple".

Desde el público se les comentó que en Madrid, "que es Villa y Corte, la villa siempre ha sido la peor parada y de ahí surge una envidia sana hacia Barcelona, ya que nunca ha sufrido tal desgaste y ha armonizado mejor sus dimensiones local y capitalina".

Tras las intervenciones, se sirvió cava. "Que la lluvia que ahora cae en Madrid caiga también en Barcelona" dijo un madrileño en su brindis.