Azkuna recalca la "indiferencia" ciudadana por la colocación de la bandera española

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, habló ayer públicamenmte por vez primera de la polémica por las banderas desde que la enseña española ondea a diario por orden judicial en el edificio consistorial. "El 97% de los bilbaínos lo hemos aceptado con cierta indiferencia, afortunadamente", destacó. Desde el viernes, la rojigualda está emplazada constantemente en el Ayuntamiento para cumplir una sentencia firme del Tribunal Superior vasco. El fallo acabó con una práctica de 30 años, toda la etapa democrática, en la que la bandera, al igual que la ikurriña, la enseña de Vizcaya y la de la UE,...

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El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, habló ayer públicamenmte por vez primera de la polémica por las banderas desde que la enseña española ondea a diario por orden judicial en el edificio consistorial. "El 97% de los bilbaínos lo hemos aceptado con cierta indiferencia, afortunadamente", destacó. Desde el viernes, la rojigualda está emplazada constantemente en el Ayuntamiento para cumplir una sentencia firme del Tribunal Superior vasco. El fallo acabó con una práctica de 30 años, toda la etapa democrática, en la que la bandera, al igual que la ikurriña, la enseña de Vizcaya y la de la UE, sólo ondeaba una vez al año, en las fiestas de agosto, apenas 30 minutos y siempre a primera hora de la mañana.

"Sólo han hecho ruido los de siempre", manifestó el alcalde en alusión a las pintadas en el Casco Viejo en contra de su persona y con banderas españolas. "Si no las quieren, que tampoco las pinten", se quejó.

Por ello, emplazó a la portavoz de ANV, Arantxa Mendiguren, y a Ricardo Mendiguren, representante de colectivos de la izquierda abertzale que convocaron ayer una manifestación en contra de la bandera española, a que condenen los actos vandálicos del fin de semana, como la quema de un cajero y el ataque a un batzoki. "Lo único que saben hacer es insultar y amenazar", recalcó.

El primer edil justificó la colocación de la enseña nacional y la ikurriña en la parte más alta del edificio consistorial, en vez de en la balconada como era habitual en las fiestas, para evitar accidentes. "La hemos puesto ahí para intentar que no juegue nadie, no sea que alguno se pegue un tortazo, tengamos un accidente y sea peor el remedio que la enfermedad". El equipo de gobierno sostuvo, en cambio, el pasado viernes que el cambio de ubicación se debía al mal estado de la balconada.

Azkuna explicó la colocación de una bandera de Bilbao de grandes dimensiones en la plaza adyacente porque "es mucho anterior a la española, de tiempos inmemoriales".

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