Reportaje:

Y ahora, el agua en tren

Esquerra amenaza al Gobierno con bloquear el trasvase del Segre

Y ahora, en tren. Ésa fue la nueva propuesta formulada ayer en el Parlament por el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, para paliar la sequía que amenaza a Barcelona. Baltasar no dio detalles de su ocurrencia y los diputados no se los pidieron, en una sesión en la que quedó claro que la oposición, CiU y el PP, rechaza el trasvase del Segre; parte del Gobierno, el PSC e ICV, lo acepta como mal menor, y ERC lo rechaza y lo acepta a la vez, como hace en tantos asuntos que le escuecen.

Fue una sesión soporífera que ni siquiera se animó por lo candente del asunto. Todo el mundo re...

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Y ahora, en tren. Ésa fue la nueva propuesta formulada ayer en el Parlament por el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, para paliar la sequía que amenaza a Barcelona. Baltasar no dio detalles de su ocurrencia y los diputados no se los pidieron, en una sesión en la que quedó claro que la oposición, CiU y el PP, rechaza el trasvase del Segre; parte del Gobierno, el PSC e ICV, lo acepta como mal menor, y ERC lo rechaza y lo acepta a la vez, como hace en tantos asuntos que le escuecen.

Baltasar dice que es agnóstico pero que ha pedido la lluvia a la Moreneta

Fue una sesión soporífera que ni siquiera se animó por lo candente del asunto. Todo el mundo repitió argumentos ya dados. El Gobierno catalán, con el presidente, José Montilla, a la cabeza, no piensa dejar que la región de Barcelona pase sed. Si hay que captar agua del Segre, se captará "aunque no guste a algunos sectores", dijo Montilla. La Generalitat trabaja en dos frentes para tener agua: el Segre, en Lleida, y el agua sobrante del minitrasvase, en Tarragona.

Pero ayer en el Parlament el blanco de todos los dardos fue el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, por haber ocultado sus intenciones sobre el trasvase hasta después de las elecciones. "Baltasar ha mentido por orden de Zapatero", llegó a decir el portavoz de CiU, Oriol Pujol. El PP ni siquiera acudirá a la reunión que tenía hoy con Baltasar. "No nos reunimos con alguien que miente", dijo Carina Mejías. Hasta Esquerra Republicana criticó a su socio. "Debe explicarse mejor", dijo el republicano Carmel Mòdol al consejero. Todo esto mientras crecen en el seno de Iniciativa y en Esquerra Unida las voces descontentas con la "frivolidad" del consejero.

El desmarque de ERC llegó más lejos. Los republicanos amenazan con dejar en la estacada a sus socios. "Le agradecería que anunciase hoy que las obras del trasvase no comenzarán", dijo Mòdol al consejero. Baltasar no lo anunció y Mòdol afirmó que se daba por satisfecho porque entendía que lo había dicho. No fue así, pese a que sí había anunciado por la mañana, en una emisora de radio, que esperaría al permiso del Gobierno central. Lo que no dijo si lo que esperaba era a captar agua o a poner la tubería. Fuentes de ERC explicaron ayer que tienen el convencimiento de que el trasvase no se hará. "Está mal planteado. Lo peor es captar en la cabecera del río". En Prats i Samsor hay unas estacas supuestamente relacionadas con el trasvase. Baltasar asegura que no sabe nada de eso.

Los republicanos tuvieron a sus socios en la cuerda floja durante toda la jornada. Por unas horas pareció inevitable que ERC se sumara a la petición de CiU para que cualquier trasvase deba ser autorizado por el Parlament. De hecho, el propio consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, abogó por ello durante la mañana, lo que desconcertó -e irritó- a sus socios del PSC e ICV. Al final, una vez más, el partido desoyó a su presidente y votó contra la moción de CiU.

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Acorralado por los vaivenes de su consejero de Medio Ambiente, el presidente de la Generalitat sí efectuó un acercamiento a Convergència i Unió. Ayer, finalmente, puso fecha y hora a su reunión con el jefe de la oposición, Artur Mas, para hablar de la sequía. Será el próximo lunes. Mas le pidió que reconociera que la solución para Cataluña es el trasvase del Ródano. Montilla lo negó e insistió en que el Ródano no es la opción de este Gobierno.

Montilla afirmó que la Generalitat no ha entregado ningún papel al Ministerio de Medio Ambiente, pero que se les habían notificado los planes para el caso de que no llueva.

El consejero de Medio Ambiente sugirió ayer en Catalunya Ràdio que contaba con otra solución. Él, dijo, es agnóstico, pero en una visita a Montserrat se encomendó a la Moreneta para que llueva.

Estado en el que se encuentra por la sequía el estanque situado en el parque de la Ciutadella, frente al Parlament de Cataluña.CARLES RIBAS

En Tarragona hay agua, pero no transporte

Tarragona tiene agua sobrante para paliar la sed de Barcelona si no llueve en abril, mes de precipitaciones donde los haya. En la provincia hay dos focos: los acuíferos que no se utilizan desde que en 1989 entró en funcionamiento el minitrasvase y el agua sobrante del propio minitrasvase. El agua de los acuíferos ya está previsto que se transporte a Barcelona en barco. Unos cuatro hectómetros sobre más de 12 que tiene actualmente.

Tarragona compra y paga a los regantes del Ebro 120 hectómetros cúbicos para el minitrasvase. Los consuma o no. Unos 40 hectómetros no se consumen y van al mar. El problema es que la tubería que va de Tarragona a Cunit es telescópica (de diámetro decreciente), habría que hacerla nueva y exigiría unos dos años de trabajos.

La toma del Segre se halla en zona protegida

El Gobierno catalán se ha encontrado con un problema añadido para su proyecto (siempre la última opción, insistieron ayer José Montilla y Francesc Baltasar) de tomar agua del Segre en Isòvol (Cerdanya). La población se halla en una zona con doble protección. Pertenece a la red de protección europea Natura 2000 y, además, es paraje de interés natural.

Para realizar las obras y captar el agua necesita, además del permiso del Gobierno central, una declaración de impacto ambiental, cuya tramitación puede durar meses e incluso años. Además la Comisión Europea puede poner limitaciones a la captación e incluso prohibirla por completo, a poco que cualquier particular o grupo ecologista presente una denuncia contra el proyecto.

La tubería por el Cadí no necesita permiso

El agua del Segre se captaría en Isòvol durante los meses que van de octubre a abril. Viajaría hasta el Llobregat por una tubería que se instalaría en el interior de la galería de servicios del túnel del Cadí. El Gobierno catalán no necesita permiso para construir esta tubería, pero sí lo necesita para tomar el agua, porque el Segre es afluente del Ebro y depende del Gobierno central.

Si se concediera la autorización, debería hacerse con un decreto ley que habría de ser convalidado por el Congreso. Los trámites harían que no estuviera listo hasta julio, sin tiempo para la obra. De ahí que la Generalitat piense en hacer la conducción ya, a la espera de que llegue el permiso para captar agua.

Entre octubre y abril, las necesidades de riego son mucho menores.

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