Levantada la alerta por el llenado de los embalses

Al final, todo quedó en una amenaza y no hubo inundaciones importantes. El desembalse relizado simultáneamente, por vez primera en 20 años, de las tres principales presas vascas (las dos del Zadorra y la de Añarbe) no tuvo efectos dañinos. A media tarde, la Agencia Vasca del Agua -el órgano que ha coordinado las actuaciones durante la crisis- dio por concluida la situación de alerta que comenzó el miércoles.

Sobre las 18.30 se acordó el cierre de las compuertas de la presa de Urrunaga, abiertas el miércoles al llegar a la cota de seguridad. El otro pantano del sistema Zadorra, el de Ull...

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Al final, todo quedó en una amenaza y no hubo inundaciones importantes. El desembalse relizado simultáneamente, por vez primera en 20 años, de las tres principales presas vascas (las dos del Zadorra y la de Añarbe) no tuvo efectos dañinos. A media tarde, la Agencia Vasca del Agua -el órgano que ha coordinado las actuaciones durante la crisis- dio por concluida la situación de alerta que comenzó el miércoles.

Sobre las 18.30 se acordó el cierre de las compuertas de la presa de Urrunaga, abiertas el miércoles al llegar a la cota de seguridad. El otro pantano del sistema Zadorra, el de Ullibarri, continuaba vaciando agua, pero las autoridades esperaban que la pasada noche o esta mañana también dejará de desembalsar.

El desagüe de las dos presas fue bien absorbido por el río Zadorra, según señaló la Agencia Vasca del Agua. Las precipitaciones empezaron a remitir a lo largo de la jornada y hoy se espera una mejoría. Pese a ello, la Mesa del Zadorra, integrada por la Agencia del Agua, el Ayuntamiento de Vitoria, el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, Amvisa y la Dirección de Emergencias del Gobierno, se mantendrá atenta a posibles cambios, según informó en un comunicado.

En Guipúzcoa, además de la presa del Añarbe (que abastece a 350.000 habitantes de la comarca de San Sebastián), ayer se desembalsó el pantano de San Antón, que nutre a las localidades de Irún y Hondarribia. El embalse había llegado al 98% de su capacidad, señaló la Mancomunidad del Txingudi. El vaciado no fue significativo -entre 500 y 600 litros por segundo- y perseguía rebajar el volumen hasta el 95% de su capacidad. La Mancomunidad explicó que el caudal del Bidasoa, donde fue a parar el agua, no presentó niveles de alarma.

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