Crítica:PISTAS GASTRONÓMICAS

Arquitecto del chocolate

Desde fuera parece un estudio de interiorismo o una joyería de diseño. Y sin embargo se trata de una minipastelería recién inaugurada que reúne méritos para convertirse en la mejor de Madrid en estos momentos. A su artífice y propietario, el catalán Oriol Balaguer, un arquitecto del chocolate, profesor de escuelas de cocina, asesor de empresas y estudioso del oficio, profesional con enorme prestigio en el gremio, lo avala un currículo impresionante en el que acumula reiterados premios a sus dulces, a su trayectoria profesional y a su libro La cocina de los postres. Exporta sus bombones ...

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Desde fuera parece un estudio de interiorismo o una joyería de diseño. Y sin embargo se trata de una minipastelería recién inaugurada que reúne méritos para convertirse en la mejor de Madrid en estos momentos. A su artífice y propietario, el catalán Oriol Balaguer, un arquitecto del chocolate, profesor de escuelas de cocina, asesor de empresas y estudioso del oficio, profesional con enorme prestigio en el gremio, lo avala un currículo impresionante en el que acumula reiterados premios a sus dulces, a su trayectoria profesional y a su libro La cocina de los postres. Exporta sus bombones a Alemania, Australia, Francia, Suecia y Estados Unidos, entre otros destinos, y mantiene en vigor un estrecho acuerdo de colaboración con la Fundación Joan Miró de Barcelona.

PASTELERÍA ORIOL BALAGUER

José Ortega y Gasset, 44. Madrid.

Teléfono 914 01 64 63.

Cierra: tardes de domingo.

Este nuevo establecimiento, que dará mucho que hablar en el futuro por la originalidad y delicadeza de sus dulces, se suma a los otros tres que ya tiene abiertos en ciudades como Barcelona y Tokio, todos en la misma línea.

En su interior se encuentra una sucesión de sorpresas y especialidades deslumbrantes, incluidos un huevo de Pascua que emula el perfil de la Ópera de Sidney, o la tarta / especialidad de cada mes (en marzo, una pizza fría y dulce), que expone, igual que una joya, en una vitrina de cristal perfectamente iluminada.

En estanterías de cristal o en arcones refrigerados, los clientes se ven tentados con colecciones de bombones de mil sabores (café Etiopía, 7 especias, vainilla Tahití, fruta de la pasión...) o con vasitos a la última de distintas composiciones: tiramisú, coco y cacao, flan de vainilla con espuma de yuzu o mermelada de tomate con yogur y albahaca. Y además, un amplio surtido de pasteles -Caribe, elegancia, mágnum gran cru- de nombres sugerentes y sabores atrevidos.

Por si no fuera suficiente, Balaguer ofrece una bollería refinadísima entre la que figura un cruasán sensacional, caracolas, magdalenas de azahar, brioches, panetones, cookies y financiers de chocolate. En los sótanos de este comercio, Balaguer dispone de un miniobrador en el que monta a diario un 40% de sus especialidades.

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La pastelería madrileña de Oriol Balaguer (interiorismo de GCA Arquitectos).SANTI BURGOS

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