Reportaje:

Cinco días encerrados en el 'cole'

Padres y niños ocupan una escuela contra el traslado de los alumnos a otro centro

Los niños seguían ayer jugando en el patio del colegio público Palacio Valdés (paseo del Prado, 38) a pesar de las vacaciones de Semana Santa. Viven encerrados en el centro junto a sus padres desde el jueves porque no quieren trasladarse al colegio Arroyofresno, a 13 kilómetros, mientras rehabilitan su colegio. Los padres se quejan de que supone casi una hora de autobús y un desajuste en las comidas de los niños, debido al horario intensivo del nuevo centro.

El quinto día de encierro empezaba ayer a pasar factura. "Ve con cuidado, que está malita", reprendía un adulto a un niño que en u...

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Los niños seguían ayer jugando en el patio del colegio público Palacio Valdés (paseo del Prado, 38) a pesar de las vacaciones de Semana Santa. Viven encerrados en el centro junto a sus padres desde el jueves porque no quieren trasladarse al colegio Arroyofresno, a 13 kilómetros, mientras rehabilitan su colegio. Los padres se quejan de que supone casi una hora de autobús y un desajuste en las comidas de los niños, debido al horario intensivo del nuevo centro.

El quinto día de encierro empezaba ayer a pasar factura. "Ve con cuidado, que está malita", reprendía un adulto a un niño que en una carrera ciclista por los pasillos había chocado con una niña. En el gimnasio, María Amate, representante en el Consejo Escolar, se lamentaba de la situación con otros seis padres: "Están todos enfermándose". Según Amat, 100 familias, en turnos de 24 horas, viven "entre estas cuatro paredes". A las cuatro de la tarde, sin embargo, apenas había una decena.

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"Cuando se lleven las colchonetas, dormiremos en el suelo", aseguraba Elisabeth Lema, de 31 años. Sus hijos Raúl, de nueve años, y Carlos, de siete, estudian en el Palacio Valdés. El traslado le supone levantar a los niños a las 6.30 porque vive en el paseo de la Florida. El colegio Miguel Hernández, en Aluche, le hubiera venido "perfecto". Era el destino inicial de los 330 alumnos del Palacio Valdés, pero allí acabaron los del Sagrado Corazón, tras el derrumbe del colegio en diciembre.

A modo de protesta, unos 20 niños con sus padres se concentraron ayer a las puertas del Palacio Valdés y luego hicieron una sentada frente al CaixaForum, justo al lado. Hoy está previsto que los padres se reúnan con el director del Área Territorial de Educación, Bonifacio Alcañiz. Piden que se posterguen las obras, que tendrían que haber empezado ayer, hasta el curso que viene y que les ofrezcan un colegio más cercano.

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