Las consecuencias del 9-M

El líder del PSOE avisa a los posibles socios de que gobernará con autonomía

Los socialistas catalanes afirman que acatarán los pactos del presidente

Aviso para todas las fuerzas politicas de la oposición parlamentaria: el partido que ha ganado las elecciones, el PSOE dialogará con todos ellos -salvo al PP- para pedirles el apoyo a la investidura como presidente del Gobierno a José Luis Rodríguez Zapatero, pero ese apoyo nunca podrá poner en peligro "el interés general" de los españoles y los objetivos esenciales del programa de gobierno de los socialistas. Es decir, deben pensar bien sus demandas. Zapatero considera que sus 169 diputados le dan la fortaleza necesaria para gobernar "con autonomía".

Éste es el mensaje esencial que el ...

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Aviso para todas las fuerzas politicas de la oposición parlamentaria: el partido que ha ganado las elecciones, el PSOE dialogará con todos ellos -salvo al PP- para pedirles el apoyo a la investidura como presidente del Gobierno a José Luis Rodríguez Zapatero, pero ese apoyo nunca podrá poner en peligro "el interés general" de los españoles y los objetivos esenciales del programa de gobierno de los socialistas. Es decir, deben pensar bien sus demandas. Zapatero considera que sus 169 diputados le dan la fortaleza necesaria para gobernar "con autonomía".

Éste es el mensaje esencial que el líder del PSOE lanzó ayer ante el Comité Federal de su partido, reunido para analizar los resultados electorales del pasado domingo. Lo cierto es que más que un análisis pormenorizado de los resultados, los socialistas se reunieron ayer para celebrar juntos la victoria.

Y nadie falló a Zapatero. De este Comité Federal salió un apoyo explícito, sin condiciones, para que el futuro presidente llegue a los acuerdos que estime pertinentes con los partidos que considere oportunos.

La expectación del Comité Federal se centró en los socialistas catalanes a la espera de escucharles su opinión sobre la política de alianzas. Y las dudas se despejaron radicalmente. Tanto el presidente de las Generalitat, José Montilla, como el viceprimer secretario del PSC, Miquel Iceta, aseguraron que los socialistas catalanes no serán "un obstáculo" para los pactos.

Antes de empezar la reunión, Zapatero tuvo una reunión a solas con Montilla, por lo que el primero supo antes que nadie que los socialistas catalanes en ningún caso le pedirían que evitara acuerdos con CiU. Nada de eso. Como un azucarillo se han disuelto todas las especulaciones respecto a eventuales trabas del PSC al PSOE para que no entablara grandes amistades con los nacionalistas catalanes.

"El futuro presidente del Gobierno de España sabe que tiene a los socialistas catalanes para lo que haga falta", aclaró Montilla ante el Comité Federal. De entrada sorprendió la intervención del primer secretario del PSC toda vez que en una regla no escrita los miembros de la ejecutiva federal del PSOE, de la que Montilla es miembro, no toman la palabra.

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Pero en esta ocasión el presidente de la Generalitat creyó necesario hacerlo para despejar nubarrones, evitar especulaciones sobre posibles vetos a las alianzas de Zapatero, y aclarar que el resultado del PSC le sitúa en la responsabilidad de garantizar "la gobernabilidad de dos gobiernos, en Cataluña y en España".

Por lo que respecta al de España, Zapatero se muestra muy optimista. "Tenemos una mayoría sólida para gobernar con autonomía y para hacerlo en función del interés general".

Esa mayoría la tiene también Zapatero gracias al inmenso caudal de votos que ha aportado Andalucía con cuyo presidente, Manuel Chaves, de nuevo triunfador con mayoría absoluta en esa comunidad, también se entrevistó antes del Comité Federal. Zapatero mantuvo un tercer y breve encuentro con el secretario de organización del PSOE, José Blanco.

Hasta la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados las intenciones de Zapatero para el futuro quedaron ayer expuestas. Más de 11 millones de ciudadanos votaron al PSOE pero quienes lo hicieron eran conscientes de que Zapatero gobernaría también para los que no le votaron. O eso interpreta él: "Nosotros nos debemos a unos y a otros, a todos. En especial a quienes más necesitan de la acción del Gobierno". Zapatero quiere gobernar con diálogo y con acuerdos en el Parlamento, con empresarios y sindicatos, con las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

De su discurso, y de las interpretaciones de quienes le escucharon, se desprende que el líder del PSOE con su victoria cree avaladas sus políticas. De ahí que se proponga gobernar "con humildad", pero sin salirse del rumbo que emprendió hace cuatro años. "Han vuelto a ser mayoría los que votaron por la persistencia, por la intensificación del cambio emprendido", sentenció Zapatero. El cambio sólo parece estar en el mayor énfasis que puso al decir que hará lo imposible para que no haya peleas con el PP en la política antiterrorista.

José Luis Rodríguez Zapatero, flanqueado por José Blanco (izquierda) y Manuel Chaves, ayer en el Comité Federal del PSOE.CRISTóBAL MANUEL

Blanco negociará la investidura

En ausencia de Gobierno es la hora del partido. Éstas son las reglas de juego que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, conoce bien. De ahí que ayer pusiera en manos del secretario de organización, José Blanco, la tarea de negociar con las fuerzas políticas desde los asuntos procedimentales hasta los políticos.

Blanco comenzará el lunes 24 de marzo la ronda de negociaciones para la composición de las Mesas del Congreso y del Senado para continuar con lo más complicado: la consecución de apoyos necesarios para que Zapatero sea investido presidente del Gobierno.

Si no obtiene la mayoría absoluta en primera vuelta, para lo que necesita añadir siete diputados a sus 169 escaños, tendría que someterse a una segunda votación ya asegurada, por cuanto que sólo se requieren más síes que noes. Pero el objetivo de Blanco es que en primera vuelta Zapatero sea investido presidente.

Para esta negociación, Blanco sabe que no sólo se trata de pactar la investidura sino que algunos grupos unirán su eventual apoyo a compromisos de gobierno. No habrá concesiones que distorsionen el proyecto de Zapatero, aseguran en la cúpula socialista. Justificado o no, el PSOE afronta con tranquilidad esta negociación.

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