Reportaje:

Magnicidio en la plaza Mayor de Salamanca

Travis ambienta en la ciudad un 'taquillazo' de Hollywood

Salamanca tiene casi 156.000 habitantes, y ni uno sale en En el punto de mira, una producción hollywoodiense en la que el presidente de EE UU es tiroteado en la plaza Mayor de esa ciudad, lugar que encima salta por los aires. El irlandés Pete Travis, director de Omagh, recreó la plaza Mayor en México DF y rodó también allí los exteriores: de ahí que parte de la acción transcurra en un cruce de puentes de autovías o que decenas de tipos muy morenos enarbolen pequeñas banderas de España mientras gritan con acento mexicano. Aunque la persecución por un barrio musulmán no tiene expli...

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Salamanca tiene casi 156.000 habitantes, y ni uno sale en En el punto de mira, una producción hollywoodiense en la que el presidente de EE UU es tiroteado en la plaza Mayor de esa ciudad, lugar que encima salta por los aires. El irlandés Pete Travis, director de Omagh, recreó la plaza Mayor en México DF y rodó también allí los exteriores: de ahí que parte de la acción transcurra en un cruce de puentes de autovías o que decenas de tipos muy morenos enarbolen pequeñas banderas de España mientras gritan con acento mexicano. Aunque la persecución por un barrio musulmán no tiene explicación.

Para Travis, que debuta con este thriller en Hollywood, "era mucho más importante la acción que la fidelidad al lugar". Eduardo Noriega, la aportación española al filme, cuenta cómo miles de enlaces en Internet, "gracias a esta película, publicitan Salamanca". Y debe de funcionar. En su estreno el pasado fin de semana en EE UU, entró directamente al primer lugar de las más taquilleras. Junto a Matthew Fox y a Forest Whitaker, también aparecen William Hurt, Sigourney Weaver y Dennis Quaid en este filme que juega a contar un atentado presidencial inspirándose en el estilo de Rashomon.

A Noriega le tocó, en su primer largo hollywoodiense, el papel de guardaespaldas del alcalde que esconde más de lo que enseña: "Intenté no quedar mal, no parecer el marciano en el reparto. Del rodaje recuerdo el día que tuve que parar a Dennis Quaid [agente del servicio secreto encargado de proteger al presidente William Hurt]. Me zarandeaba tan fuerte que tras varias repeticiones tuve que pararle e increparle". Whitaker, un turista de vacaciones en España que graba el atentado, disfrutó más de su personaje, "un hombre con el corazón roto".

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