Una fuga de gas y un incendio siembran la alarma en Poblenou

El incidente obligó a desalojar a un centenar de personas

"¡Corred, corred, que hay fuego!". Sobre las 9.30 de la mañana un trabajador de la empresa Matachana, en la esquina de la calle de Almogàvers con la de Badajoz, dio la voz de alarma a sus compañeros cuando tomaba un café mirando a la calle. Una alta columna de fuego que salía de la zanja cavada en el asfalto donde la empresa Acsa trabajaba en la instalación de conducciones de frío y calor sembró la alarma en el Poblenou. El susto lo provocó la rotura de una tubería de gas, y de ahí el escape y el posterior incendio, que tardó unas dos horas en ser controlado. La Dirección General de Energía y ...

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"¡Corred, corred, que hay fuego!". Sobre las 9.30 de la mañana un trabajador de la empresa Matachana, en la esquina de la calle de Almogàvers con la de Badajoz, dio la voz de alarma a sus compañeros cuando tomaba un café mirando a la calle. Una alta columna de fuego que salía de la zanja cavada en el asfalto donde la empresa Acsa trabajaba en la instalación de conducciones de frío y calor sembró la alarma en el Poblenou. El susto lo provocó la rotura de una tubería de gas, y de ahí el escape y el posterior incendio, que tardó unas dos horas en ser controlado. La Dirección General de Energía y Minas de la Generalitat abrió un expediente sancionador a la empresa.

Los bomberos desalojaron las empresas cercanas y más de un centenar de personas se vieron en la calle durante buena parte de la mañana. Algunos cristales de oficinas cercanas a la zanja se rompieron por el contraste de la temperatura de las llamas y el agua. La presión del gas se redujo para facilitar la extinción del fuego y a las cuatro de la tarde se restablecía el suministro al único cliente que se había quedado sin él: el gimnasio Alfa 5.

La virulencia del fuego fue tal que calcinó un coche de la empresa que estaba junto a la obra. Ni los bomberos ni los responsables municipales aclararon la forma en que se desencadenó el accidente. Fuentes de la Dirección General de Energía señalaron que el origen pudo ser la incorrecta manipulación de una bombona de butano que se utilizaba para soldar las conducciones, la cual quedó negra como el carbón. Lo que vio el trabajador que dio la voz de alarma también apunta en el mismo sentido: "Un operario tenía la goma de la bombona de butano y se veía fuego. Luego, las llamaradas", explicaba. "¿Y no tenían ni un extintor?", se extrañaba la encargada de una tienda de recambios de la misma esquina.

Éste es el segundo incendio que se produce en menos de un año por la rotura de una tubería de gas. El primero ocurrió en la manzana de la Bayer, en la calle de París.

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