ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

Nadie conoce a Zapatero

CiU, Esquerra e Iniciativa luchan ahora por desmarcarse del PSOE, pese a haber apoyado el 70% de las leyes del Gobierno

Vender la piel del oso antes de cazarlo se ha convertido en el principal quehacer de todos los partidos catalanes que aspiran a condicionar la formación del próximo Gobierno. Convergència i Unió, Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida hacen cada día una lista de los puntos en que piensan condicionar el futuro Ejecutivo. En cambio, suelen pasar por alto que todos y cada uno de ellos han sido un puntal muy importante para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la legislatura que ahora termina. CiU, Esquerra e Iniciativa han apoyado, cada uno, el 70% de las leyes debatidas en el...

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Vender la piel del oso antes de cazarlo se ha convertido en el principal quehacer de todos los partidos catalanes que aspiran a condicionar la formación del próximo Gobierno. Convergència i Unió, Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida hacen cada día una lista de los puntos en que piensan condicionar el futuro Ejecutivo. En cambio, suelen pasar por alto que todos y cada uno de ellos han sido un puntal muy importante para el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la legislatura que ahora termina. CiU, Esquerra e Iniciativa han apoyado, cada uno, el 70% de las leyes debatidas en el Congreso. Y se han votado más de 130.

Ciertamente, no es lo mismo apoyar la modificación de una ley sobre redes públicas de comunicación que los Presupuestos Generales del Estado. La estadística demuestra, sin embargo, que los tres partidos catalanes con grupo propio en el Congreso han sido en algún momento lo que Zapatero definió en su día como "socio preferencial", por mucho que ahora quieran distanciarse.

A grandes rasgos, Convergència ha apoyado la política económica del Gobierno, que no los presupuestos, mientras que Esquerra e Iniciativa han impulsado las medidas sociales. La situación interna de los partidos y la coyuntura política de Cataluña han motivado alejamientos y distanciamientos similares a los de un planetario. Esquerra Republicana, que comenzó su andadura en el Congreso como un férreo aliado del PSOE, salió de la órbita del Gobierno tan pronto como se frustraron sus exigencias en torno al Estatuto catalán. La maniobra se completó con el acercamiento del PSOE a CiU. Con altibajos, Iniciativa-Esquerra Unida ha estado siempre al lado del Gobierno y le ha evitado grandes descalabros parlamentarios al PSOE.

Los mítines de campaña no siempre reflejan esta situación. Todos están obsesionados por alejarse de Zapatero. Los únicos que sacan tajada son los socialistas y el Partido Popular, aunque por razones diametralmente opuestas. El PSC se felicita por la capacidad negociadora de los socialistas y por su facilidad para llegar a acuerdos. Carme Chacón lo recordó el pasado miércoles. Lo hizo precisamente en un acto que presidía un experto en pactos, el ex secretario general de Convergència Democràtica Miquel Roca, en la sede de la Sociedad Económica de Amigos del País.

El PP lleva el agua a su molino y repite machaconamente que cualquier voto que no sea para Mariano Rajoy servirá para hacer presidente a José Luis Rodríguez Zapatero. "Quien quiera que el señor Zapatero sea presidente del Gobierno puede votar a todos los partidos: al PSOE, pero también puede votar a CiU, ERC o Iniciativa, que le han apoyado y le continuarán apoyando", suele decir el presidente del PP catalán, Daniel Sirera. Por eso llama a votar al PP, en su opinión "la única opción válida para desalojar a Zapatero de La Moncloa".

El candidato de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, no oculta su estrategia, orientada a alcanzar pactos con todo el mundo siempre que sea posible y en las condiciones que existan en cada momento. El pragmatismo llevado al extremo. Sin embargo, Duran prefiere hablar de lo que piensa hacer en la próxima legislatura en lugar de hacerlo de la anterior. Y cuando se refiere al periodo ahora finalizado, es para recordar las modificaciones que introdujo CiU en las leyes que votó. Duran se regocija de haber condicionado varias medidas de reforma de la Seguridad Social y de haber modificado aspectos de la Ley de Memoria Histórica.

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Al mismo tiempo, el candidato convergente suele presumir de haberse opuesto a otra de las leyes fundamentales del Gobierno, la de Servicios Sociales. La invasión de competencias autonómicas que hace esta ley le sirve a Duran para poner en tela de juicio el patriotismo de ERC.

Los republicanos tienen otra estrategia. No ocultan el apoyo que dieron a Zapatero, sobre todo en la primera mitad de la legislatura. "El simple hecho de haber desmantelado el aznarismo y haber derogado el Plan Hidrológico Nacional ya justifica el apoyo que dimos a Zapatero", suelde decir el candidato de Esquerra Republicana por Barcelona, Joan Ridao. Pero estos días los republicanos prefieren destacar todas las leyes que no votaron con el PSOE. Sobre todo, aquellas que CiU sí apoyó. El Estatuto catalán entra aquí en campaña en todo su esplendor.

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