La llegada de la alta velocidad a Barcelona

A Vic en hora y media, como en 1937

Joan Herrera (ICV-EUiA) da la "bienvenida" al AVE en un tren de Cercanías

Vic en lugar de Madrid. Y un tren de Cercanías que a duras penas alcanza los 60 kilómetros por hora, en vez del raudo y veloz AVE. El cabeza de lista de ICV-EUiA al Congreso, Joan Herrera, ofreció ayer su particular bienvenida a la alta velocidad con un irónico viaje desde la estación de Sants hasta la capital de Osona. Empleó 1 hora y 38 minutos para recorrer 70 kilómetros; una hora menos de lo que el primer AVE tardó en cubrir los 623 kilómetros que separan Barcelona de Madrid. "Esto no es razonable. No queremos que Fomento hable del menú del AVE, sino que arregle el tren de la vida c...

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Vic en lugar de Madrid. Y un tren de Cercanías que a duras penas alcanza los 60 kilómetros por hora, en vez del raudo y veloz AVE. El cabeza de lista de ICV-EUiA al Congreso, Joan Herrera, ofreció ayer su particular bienvenida a la alta velocidad con un irónico viaje desde la estación de Sants hasta la capital de Osona. Empleó 1 hora y 38 minutos para recorrer 70 kilómetros; una hora menos de lo que el primer AVE tardó en cubrir los 623 kilómetros que separan Barcelona de Madrid. "Esto no es razonable. No queremos que Fomento hable del menú del AVE, sino que arregle el tren de la vida cotidiana", dijo.

Al llegar a la estación de Sants (9.15 horas), Herrera se encontró con una miniconcentración de trabajadores de Renfe del sindicato CGT. Reclamaban aproximadamente lo mismo que el candidato ecosocialista: menos obsesión por el AVE y más inversión en Cercanías y trenes regionales. Herrera tomó el convoy a las 9.35 horas (con cinco minutos de retraso) y, casualidades de la vida, en el vagón se topó con el presidente de la Asociación para la Promoción del Transporte Público, Ricard Riol. Se saludaron cordialmente, aunque el candidato insistió en lo azaroso del encuentro: "No estaba preparado". Relajado, Herrera bromeó con la idea de "sabotear la catenaria" para demostrar la deficiencia en el funcionamiento de Renfe.

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El tren llegó a las 11.07 horas. Vic recibió con una mañana gélida y un cielo encapotado a Herrera, que sacó la artillería. Criticó que "Cataluña esté pendiente" de un medio de transporte que, "como mucho", usarán 13.000 personas al día, frente a las 27.000 que todos los días toman la línea de Vic (C3). Y denunció, por "clasista y elitista", el modelo de infraestructuras ferroviarias ejecutado por PP y PSOE.

Herrera tiró de hemeroteca y sacó una fotocopia con horarios de trenes de 1937. Uno de los convoyes partía a las 7.00 de la plaza de Cataluña de Barcelona para llegar a Vic a las 8.35. Una hora y media de camino en plena Guerra Civil y cuando los trenes aún eran de vapor. "No hemos avanzado nada", apostilló.

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