La tensión con Vicepresidencia y Vivenda abre una crisis en la Fegamp

PSOE y Bloque se acusan de manipular las resoluciones de la ejecutiva

Primero las galescolas, después la Ley de Dependencia y, finalmente, los anteproyectos de Servicios Sociais y Vivenda. Las leyes de los departamentos de la Xunta que dependen del BNG están minando las relaciones con los alcaldes hasta tal punto que la crisis se ha instalado en la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), un organismo caracterizado desde su fundación por la tendencia al consenso. Ya no.

Atrapados entre la defensa de la gestión nacionalista en la Xunta y la del municipalismo, los regidores del Bloque han acabado por criticar a los de PSOE y PP por seguir "una...

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Primero las galescolas, después la Ley de Dependencia y, finalmente, los anteproyectos de Servicios Sociais y Vivenda. Las leyes de los departamentos de la Xunta que dependen del BNG están minando las relaciones con los alcaldes hasta tal punto que la crisis se ha instalado en la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), un organismo caracterizado desde su fundación por la tendencia al consenso. Ya no.

El conflicto se suma al de las galescolas y la Ley de Dependencia
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Atrapados entre la defensa de la gestión nacionalista en la Xunta y la del municipalismo, los regidores del Bloque han acabado por criticar a los de PSOE y PP por seguir "una estrategia partidista". El PSOE acusa a los nacionalistas de "ningunear" a la federación desde las consellerías. La división conduce a la Fegamp a su momento más delicado desde la refundación, hace 12 años.

Dos informes aprobados en la última ejecutiva de la federación municipalista, que contienen duras críticas a los anteproyectos de Servicios Sociais y de Vivenda, terminaron de romper la cuerda. El presidente de la federación, el socialista Carlos Fernández, aseguró que los documentos se aprobaron por unanimidad, sin más objeciones que algunas "observaciones" del representante del BNG. El vicepresidente segundo de la Fegamp y alcalde de Allariz, el nacionalista Francisco García, tardó dos días en reaccionar, pero finalmente se desmarcó por completo de los informes.

Las dimensiones del conflicto con los alcaldes están desbordando las previsiones del sector nacionalista en el Gobierno gallego, al que no sorprende que el clima se enrarezca durante la precampaña, aunque no esperaba que la división se trasladase a la Fegamp. El secretario general de la Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar, Xavier Ferreira, reconoce que el problema ha sido analizado en la parte nacionalista del Gobierno. "Lo hemos tratado internamente y concluimos que hay una lectura electoral", asume Ferreira. El alto cargo de Vicepresidencia reprocha a los alcaldes que "se hayan olvidado de lo fundamental", que es reivindicar un nuevo modelo de financiación local. En cambio, sostiene, "parece que lo único que interesa es criticar los proyectos de las consellerías del BNG". Ferreira acusa a los alcaldes del PSOE de "incorporarse a políticas que tenía el PP en años anteriores".

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El presidente de la Fegamp rechaza las acusaciones. En su opinión, lo que hay es un incumplimiento de "la palabra" de Quintana, que había prometido que los ayuntamientos que se sumasen al Consorcio de Servicios Sociais podrían gestionar las galescolas. También hay quejas por el protagonismo de Vicepresidencia en la gestión de la Ley de Dependencia. La obligación de destinar un 7% del presupuesto municipal a gasto social, prevista en el anteproyecto de Ley de Servicios Sociais, y las exigencias de Vivenda a los ayuntamientos han colmado el vaso.

Todo eso se plasma en la carta que el presidente de la Fegamp remitió a Quintana el 7 de febrero. En ella le manifiesta la "profunda inquietud" de los alcaldes por lo que considera una invasión de competencias y apela al espíritu del Pacto Local, firmado con el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. "Estamos convencidos de que el mejor resultado para los ciudadanos surgirá de acordar y colaborar, y no imponer", le recuerda Fernández a Quintana.

"Quintana no acaba de entender que el poder local no es subsidario del autonómico", sostiene el presidente de la Fegamp. "Nos tiene que respetar y tratarnos de igual a igual, en vez de imponer", añade el también alcalde de Ames. Los choques con el BNG han endurecido hasta tal punto el discurso del presidente de la federación municipalista, que el principal representante del Bloque en la Fegamp ha acabado por descolgarse.

Acompañado por el teniente de alcalde de Ourense, Alexandre Sánchez Vidal, y de regidores y concejales de la provincia, Francisco García compareció el jueves para acusar a PSOE y PP de "intentar frenar" desde la Fegamp "el cambio transformador" que impulsan las áreas de gestión del BNG. García calificó las leyes de Servicios Sociais y Vivenda de "pilares básicos" de la política de los nacionalistas y recriminó el "inmovilismo político" de los ayuntamientos. El alcalde de Allariz asumía así casi literalmente la lectura que, el día anterior, había hecho Anxo Quintana de las acusaciones de la Fegamp.

El conflicto de las galescolas, mientras, sigue en aumento. El alcalde de Lugo, José López Orozco, rechazó incorporar las escuelas infantiles de la ciudad a la red de Vicepresidencia, y el presidente de la Fegamp y alcalde de Ames aseguró que fue "castigado" con una merma de la subvención de la Xunta por tomar la misma decisión. Xavier Ferreira admite que es una actitud "legítima", pero niega que la integración en el consorcio disminuya la capacidad de gestión de los ayuntamientos. Admite, eso sí, que rechazar el consorcio "tiene un coste".

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