Depana pide al zoo la retirada del espectáculo de los delfines

El zoo hace tiempo que no obliga a los chimpancés a actuar ante la gente pese a que son capaces, si se les enseña, como dice la bióloga Elena Barril, de aprender a bailar. Los delfines no han tenido esa suerte. Tras la muerte de Copito de Nieve, son las estrellas del zoo y los únicos que hacen un espectáculo. El grupo ecologista Depana ha impulsado una recogida de firmas, apoyada por miembros de la comunidad científica, para anular el espectáculo. Bajo el lema Delfines, no payasos, Depana ha enviado sendas cartas al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y a la regidora Imma Mayol, p...

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El zoo hace tiempo que no obliga a los chimpancés a actuar ante la gente pese a que son capaces, si se les enseña, como dice la bióloga Elena Barril, de aprender a bailar. Los delfines no han tenido esa suerte. Tras la muerte de Copito de Nieve, son las estrellas del zoo y los únicos que hacen un espectáculo. El grupo ecologista Depana ha impulsado una recogida de firmas, apoyada por miembros de la comunidad científica, para anular el espectáculo. Bajo el lema Delfines, no payasos, Depana ha enviado sendas cartas al alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y a la regidora Imma Mayol, para que retiren el show y reconsideren la instalación de un gran delfinario en el futuro zoo marino. Polonia, Noruega, Islandia y Austria prohíben esos espectáculos.

El zoo defiende que la actuación es de carácter pedagógico, pero Depana lo descarta tras un estudio cronometrado sobre el mismo. "Siendo generosos sólo el 17,9% del tiempo tiene un mensaje educativo al explicar las características del animal y, el resto, a sus acrobacias y sus saltos propios", explica Barril. Manel Cunill, director de Depana, admitió que carecen de datos científicos que avalen que los delfines sufren, pero avisa de que una música a 110 decibelios no es lo más apropiado. Y que, en general, su vida en cautividad no es feliz: los sonidos que emiten, para animales acostumbrados a recorrer cientos de kilómetros en libertad, rebotan en las paredes de las piscinas; las crías tienen un alto índice de mortalidad, y se ha dado el caso de algún ejemplar que se ha suicidado en la piscina al no salir del agua para respirar.

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