La térmica de Sant Adrià, una antigua fuente de conflictos

La central térmica de Sant Adrià de Besòs ha sido una tradicional fuente de disgustos para los vecinos de la zona. La historia de las tres chimeneas -así se conocen las instalaciones de Fecsa-Endesa en la calle de Eduard Maristany- es prolija en la generación de conflictos. Y su futuro es objeto de debate desde hace mucho tiempo. Pocos minutos después de que se restableciera por completo el suministro eléctrico, la alcaldesa de Badalona, Maite Arqué, recordó que las instalaciones "están muy viejas" y abogó por "sustituirlas por las estaciones de ciclo combinado".

En 2002, ...

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La central térmica de Sant Adrià de Besòs ha sido una tradicional fuente de disgustos para los vecinos de la zona. La historia de las tres chimeneas -así se conocen las instalaciones de Fecsa-Endesa en la calle de Eduard Maristany- es prolija en la generación de conflictos. Y su futuro es objeto de debate desde hace mucho tiempo. Pocos minutos después de que se restableciera por completo el suministro eléctrico, la alcaldesa de Badalona, Maite Arqué, recordó que las instalaciones "están muy viejas" y abogó por "sustituirlas por las estaciones de ciclo combinado".

En 2002, la Generalitat ordenó el cierre de una de las tres chimeneas por la emisión de partículas contaminantes. La decisión vino tras cientos de quejas de los vecinos por las manchas de color terroso y aspecto aceitoso que dañaban la ropa tendida en las azoteas y los coches aparcados. Y en 2004, en la misma subestación eléctrica -un lugar conocido popularmente como la playa de Chernóbil-, ya hubo una avería que dejó sin luz, durante una hora, a un total de 60.000 abonados en Barcelona. La avería afectó también al metro y al Fórum.

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