Marruecos anuncia el inmediato regreso a Madrid de su embajador

Marruecos anunció ayer en un comunicado el "inmediato" regreso de su embajador en España, Omar Azziman, con un comunicado oficial cuya brevedad y frialdad contrasta con los textos que acompañaron otras recientes reconciliaciones de Rabat con países vecinos, según señalan fuentes diplomáticas. La "inmediatez" significa que Azziman estará en Madrid a mediados de esta semana.

Queda así cerrada una crisis diplomática que ha durado 65 días. El rey Mohamed VI decidió, a principios del pasado noviembre, llamar a consultas a su representante en Madrid para expresar su disgusto por el primer via...

Marruecos anunció ayer en un comunicado el "inmediato" regreso de su embajador en España, Omar Azziman, con un comunicado oficial cuya brevedad y frialdad contrasta con los textos que acompañaron otras recientes reconciliaciones de Rabat con países vecinos, según señalan fuentes diplomáticas. La "inmediatez" significa que Azziman estará en Madrid a mediados de esta semana.

Queda así cerrada una crisis diplomática que ha durado 65 días. El rey Mohamed VI decidió, a principios del pasado noviembre, llamar a consultas a su representante en Madrid para expresar su disgusto por el primer viaje de los Reyes de España a Ceuta y Melilla, el 5 y 6 de ese mismo mes.

"Tras la visita efectuada a Marruecos, el jueves, por el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha sido hoy decidido el regreso inmediato a su puesto del embajador de Su Majestad en Madrid", reza el escueto comunicado del Ministerio de Exteriores marroquí. Tres días antes Rabat había anunciado la reincorporación a su puesto del embajador marroquí en Dakar, Moha Ouli Tagma, que también fue retirado el 19 de diciembre por orden del monarca y en protesta por las declaraciones de un ex ministro socialista senegalés, Jacques Baudin, ahora en la oposición, a favor de la independencia del Sáhara occidental.

Tagma regresa, explicó el pasado viernes el Ministerio de Exteriores marroquí en un comunicado, "para continuar con su misión al servicio de las relaciones excepcionales y de calidad que, a lo largo de los siglos, unen a dos Estados y a dos pueblos". Nada parecido al anuncio de ayer sobre la normalización de relaciones con España.

El desenlace de la crisis con España ha sido también muy diferente de la de Senegal. Moratinos viajó el jueves a Rabat para entregar a su homólogo, Taieb Fassi-Fihri, una carta conciliadora y amistosa que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero escribió al rey Mohamed VI. El ministro marroquí remitió la misiva al monarca y éste decidió, cuatro días después, que España había hecho un gesto que merecía ser devuelto con el regreso de su embajador.

Ese mismo día, Fassi-Fihri conversó por la noche con su colega senegalés, Cheikh Tidiane Gadio, y ambos decidieron, sin más dilación, la "inmediata" reincorporación de sus embajadores a sus puestos, que anunciaron en sendos comunicados.

El contraste entre ambas reconciliaciones es probablemente achacable a que, a ojos de Mohamed VI, con España quedan heridas por cicatrizar. El soberano, que durante su reinado apenas ha reivindicado Ceuta y Melilla, considera un golpe bajo la organización por el Gobierno de la visita real a ambas ciudades.

Marruecos también se ha quejado del supuesto respaldo del Ministerio de Justicia y del Centro Nacional de Inteligencia a la corriente islámica del Tablig, en Ceuta, con el propósito de sustraer a los musulmanes de la ciudad de la influencia del Ministerio de Asuntos Religiosos marroquí.