Análisis:

Alex Vidal Jr. vuela alto

Si AirFrance se decantaba por el diseñador galo Christian Lacroix para uniformar a su personal, y la low cost de EasyJet prefería encargárselos a una azafata diseñadora, Air Nostrum escoge la pista del medio y selecciona al diseñador de sus uniformes entre los emergentes valencianos. El diseñador Alex Vidal Jr. vestirá a las azafatas de Air Nostrum durante los próximos diez años, tras ganar el concurso convocado por esta empresa junto a la Consejería de Industria y la asociación de diseñadores valencianos de prêt-à-porter, y dotado con 10.000 euros, y otros 20.000 euros en billet...

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Si AirFrance se decantaba por el diseñador galo Christian Lacroix para uniformar a su personal, y la low cost de EasyJet prefería encargárselos a una azafata diseñadora, Air Nostrum escoge la pista del medio y selecciona al diseñador de sus uniformes entre los emergentes valencianos. El diseñador Alex Vidal Jr. vestirá a las azafatas de Air Nostrum durante los próximos diez años, tras ganar el concurso convocado por esta empresa junto a la Consejería de Industria y la asociación de diseñadores valencianos de prêt-à-porter, y dotado con 10.000 euros, y otros 20.000 euros en billetes de vuelo.

Una treintena de diseñadores han participado en el concurso para renovar los uniformes del personal de la aerolínea. El jurado integrado por profesionales vinculados a la moda, la comunicación, distintos responsables de Air Nostrum y una representación del Gobierno valenciano, así como los clientes que más vuelan con esta línea, entre ellos la directora del IVAM, Consuelo Ciscar, decidió por unanimidad la elección del diseño de Alex Vidal Jr., con una colección de irónico título -Coffee or Tea- que sale airosa al esconder lo que no vale la pena encontrar: lo premeditadamente tedioso que resultan los uniformes.

El modelo ganador está compuesto por una chaqueta de paño entallada en azul marino, con falda recta en azul marino y una gabardina roja que es todo un homenaje a la época dorada de la aviación. Seducción e ironía se suben al avión sin pagar sobrecargo.

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