6.000 vecinos de Jerez carecen de farolas, limpieza y correo

Los residentes en zona rural votan a sus representantes

Viven a veinte minutos de Jerez, pagan los mismos impuestos, pero no disponen de servicios básicos. Son 6.000 ciudadanos que residen desde hace medio siglo en las barriadas rurales del término municipal. Sus calles no están asfaltadas, en algunas casas siguen sin agua y las farolas de los viales son las linternas de los vecinos.

Hoy, viernes, es jornada electoral en este Jerez rural. 4.500 de estos ciudadanos deben elegir a los denominados delegados de alcaldía, que serán sus representantes municipales en el Ayuntamiento. En estos días de campaña los políticos han prometido mejoras sust...

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Viven a veinte minutos de Jerez, pagan los mismos impuestos, pero no disponen de servicios básicos. Son 6.000 ciudadanos que residen desde hace medio siglo en las barriadas rurales del término municipal. Sus calles no están asfaltadas, en algunas casas siguen sin agua y las farolas de los viales son las linternas de los vecinos.

Hoy, viernes, es jornada electoral en este Jerez rural. 4.500 de estos ciudadanos deben elegir a los denominados delegados de alcaldía, que serán sus representantes municipales en el Ayuntamiento. En estos días de campaña los políticos han prometido mejoras sustanciales en estas tierras olvidadas, donde el día a día sigue estando a años luz del siglo XXI.

En la barriada de La Guareña no hay alumbrado público y cada vecino se hace cargo de limpiar un trozo de calle porque el servicio municipal no llega a esta zona de Jerez. Ángel Ruiz, candidato socialista a delegado de alcaldía en este núcleo, en el que viven casi 400 habitantes, reclama en estas elecciones que el Ayuntamiento "coloque farolas en algunas de las once calles que ni siquiera tienen nombre". "Por la noche nos alumbramos con los faros de los coches y con linternas. Esto es la boca del lobo", comenta resignado.

Hasta el pasado mes de agosto, los vecinos de La Guareña disponían del agua que recogían de tres fuentes. Tras décadas de espera ya disfrutan de este bien que, sin embargo, aún no llega a decenas de vecinos que se siguen abasteciendo de agua de pozo. En El Mojo residen 400 personas. En las calles sin asfaltar se acumulan los socavones. No hay limpieza pública ni alumbrado y algunos ciudadanos recorren un kilómetro para tirar la basura a un contenedor.

El delegado de alcaldía, Diego Sánchez, y candidato del PP, implora para la barriada "la llegada del autobús, la instalación de dos nuevas cubas para depositar residuos y la colocación de buzones". Desde hace 25 años este representante municipal va a la ciudad a recoger las cartas para repartirlas después entre las casas. "Yo soy el cartero", bromea con ironía Sánchez, quien califica el estado de las barriadas de "auténtica desvergüenza". "Pagamos impuestos al Ayuntamiento de Jerez, pero de alumbrado público, nada; de limpieza, cero; de transporte público, cero cartón; y de asfaltado, mejor nos olvidamos", enumera.

No hay diferencias por color político. Todos los candidatos piden que "se recorten las diferencias entre el Jerez urbano y el rural".

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"A mí se me caen dos lágrimas cuando escucho que han iluminado Jerez en Navidad con más de un millón de bombillas mientras que aquí no hay ni una en todo el año", denuncia Mónica Castellet, delegada de alcaldía de La Ina y candidata socialista a la reelección. "Los vecinos necesitamos no sólo infraestructuras básicas sino también equipamientos públicos, como un simple parque infantil", añade.

La alcaldesa de Jerez de la Frontera, Pilar Sánchez, ha anunciado que las barriadas rurales serán "una prioridad" en las inversiones que se aprueben en los presupuestos de 2008 para tratar de poner fin a "una marginación histórica".

El nuevo PGOU prevé la construcción de centenares de viviendas en estas zonas, y es que la falta de inmuebles y la precariedad de muchas casas es otra de las quejas de estos vecinos. Se trata además de evitar el éxodo de los jóvenes, que no quieren vivir en el siglo pasado.

Políticos sin sueldo

Las diferencias entre el Jerez urbano y el rural también alcanzan a los políticos. En las elecciones de hoy, quince candidatos aspiran a ser delegados de alcaldía en sus respectivas barriadas a sabiendas de que no percibirán remuneración económica alguna por su trabajo.

El Ayuntamiento matriz les transfiere 1.800 euros anuales para costear la gasolina de los desplazamientos que hacen en sus coches privados para llevar a cabo la labor municipal.

Estos representantes públicos no tienen despachos ni asesores. Atienden a los vecinos y responden ante ellos desde sus casas. No disponen de ordenadores, ni de internet, ni de teléfonos corporativos.

Son delegados de alcaldía del Ayuntamiento de Jerez, pero pagan de su bolsillo hasta las llamadas al Consistorio. Brindan su tiempo a la gestión pública por pura vocación.

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