La fiscal apoya el contacto entre la reclusa y su bebé

"Le privan de amor los que dicen que cuidan de él", escribe el padre preso

Antonia F. P. regresó ayer a la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) más satisfecha de lo que había salido. De momento, ya cuenta con dos horas de visita al mes. Pero ella ya va más alla. "Si la fiscal me está diciendo que no ve inconveniente en que mi hijo esté conmigo, está claro que me lo van a dar". Esto fue lo que, según su abogado José Antonio Bosch, dijo la reclusa tras escuchar a la fiscal, que se mostró partidaria de los contactos periódicos entre madre e hijo.

La mujer, custodiada por la Guardia Civil, abandonó ayer por unas horas la prisión para acudir al Juzgad...

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Antonia F. P. regresó ayer a la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) más satisfecha de lo que había salido. De momento, ya cuenta con dos horas de visita al mes. Pero ella ya va más alla. "Si la fiscal me está diciendo que no ve inconveniente en que mi hijo esté conmigo, está claro que me lo van a dar". Esto fue lo que, según su abogado José Antonio Bosch, dijo la reclusa tras escuchar a la fiscal, que se mostró partidaria de los contactos periódicos entre madre e hijo.

La mujer, custodiada por la Guardia Civil, abandonó ayer por unas horas la prisión para acudir al Juzgado de Familia número 7 de Sevilla, donde estaba citada para resolver el régimen de visitas. En el exterior del juzgado, la esperaban su madre, Soledad P., y algunos hermanos, incluida Rosario, que se ha ofrecido para acoger a su sobrino si finalmente la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social no devuelve la tutela del bebé a la madre.

En el interior del juzgado ocurrieron dos cosas inesperadas. La primera es formal. Todo el expediente será trasladado al Juzgado de Familia número 17, ya que se ocupó del procedimiento de otro hijo de Antonia. La reclusa ha tenido otros tres hijos: uno falleció, otro está con su padre biológico y un tercero fue dado en adopción.

Pero lo que sorprendió al letrado de Antonia fue descubrir que en el expediente de menores figura un régimen de visitas convencional: una hora cada 15 días. "Nos hemos enterado hoy, aunque cualquiera que conozca la situación de los padres se parte de risa", indicó Bosch. El bebé de dos meses tendrá que ser trasladado por el personal del centro de menores que lo cuida a la prisión de Alcalá de Guadaíra para poder cumplir el régimen de visitas, algo a lo que Instituciones Penitenciarias no ha puesto objeciones, según Bosch. Más compleja es la situación del padre del bebé, Rafael B., que cumple condena por atraco en Córdoba. Su único contacto con el niño fue a los tres días de nacer, tras ser conducido hasta el hospital de Valme, en Sevilla, donde nació el pequeño el pasado 28 de septiembre. "Ateniéndonos a los hechos no hay tal desamparo, tan sólo el que ellos han provocado", escribe el padre en una carta enviada desde la cárcel. "Le están privando del amor familiar los que dicen que cuidan de él", se queja.

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