Reportaje:

Lo mejor y lo peor, en una lista

Una fundación cívica loa el monumento del 11-M y critica las obras de Sol

Pocas voces logran hacerse oír sobre cuanto en Madrid, municipio y región, anualmente se perpetra. Sin embargo, por octavo año consecutivo, la Fundación para el Progreso de Madrid, una organización sin ánimo de lucro formada por expertos en municipalismo, arquitectura y urbanismo, predica tesoneramente su decálogo de horrores y aciertos achacables a decisiones de quienes rigen el Consistorio y el Gobierno regional. Su dictamen, opinable, muestra no obstante visos de objetividad e invita al debate ciudadano.

En el repertorio anual de bondades madrileñas la Fundación para el Progre...

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Pocas voces logran hacerse oír sobre cuanto en Madrid, municipio y región, anualmente se perpetra. Sin embargo, por octavo año consecutivo, la Fundación para el Progreso de Madrid, una organización sin ánimo de lucro formada por expertos en municipalismo, arquitectura y urbanismo, predica tesoneramente su decálogo de horrores y aciertos achacables a decisiones de quienes rigen el Consistorio y el Gobierno regional. Su dictamen, opinable, muestra no obstante visos de objetividad e invita al debate ciudadano.

En el repertorio anual de bondades madrileñas la Fundación para el Progreso de Madrid incluye el proyecto de Ciudad de la Justicia, ubicada en Valdebebas, que ya ha cosechado cuatro premios Pritzker de arquitectura. Alarifes de nombradía -Zaida Hadid, Foster, Rogers- rubrican algunos de los proyectos para albergar en 19 sedes judiciales 118 juzgados. Muchos esperan que las trepidantes innovaciones arquitectónicas agilicen la angustiosa espera que atrapa a cuantos acuden a los hoy dispersos tribunales madrileños. El informe loa el cierre al tráfico de la Casa de Campo, en vigor desde el 9 de julio de 2007. Mención benéfica recibe también el monumento a las víctimas del 11 de marzo de 2004, cuyo espacio interior invita a la reflexión desde la entraña de la estación de Atocha.

La ampliación del metro hacia las periferias oriental, occidental y septentrional de Madrid atrae el encomio de la fundación que menciona -pero no enjuicia- los abonos mensuales de hasta 50 euros; reciben asimismo plácemes la reforma de la tan librera Cuesta de Moyano -peatonalizada y rearbolada-; las 1.900 localidades de la nueva sede del Circo Price, ya que Madrid carecía de circo estable desde 1970; y el tranvía de Parla, con 12 kilómetros de recorrido, 16 paradas y un convoy para 180 viajeros cada seis minutos; por último, de los aciertos se resalta el del parque de la Gavia, guiño para un Madrid olímpico.

De las realizaciones tildadas de horrendas el informe anual fustiga la prórroga interminable de las obras en el subsuelo de la Puerta del Sol, que deberían haber concluido en 2005 y, al paso que van, se prolongarán hasta 2009. Los dos grandes flagelos que hostigan a los madrileños son, según el informe, tanto el ruido como la contaminación: la reducción de partículas microscópicas PM-10 podría evitar 1.699 muertes prematuras cada año. Toda una plaga bíblica que hace a la contaminación estrechar las expectativas de vida de los madrileños entre tres meses y dos años, según Francisco Herrera, ex concejal y presidente de la Fundación para el Progreso de Madrid. Herrera destaca asimismo que hay 534 kilómetros de carreteras peligrosas en la Comunidad de Madrid, con el tramo de la carretera de Extremadura comprendido entre los puntos kilométricos 6,8 y 22,7 como el más letal de todos ellos. El horror supremo: Torrelodones, Fuentidueña, Brea de Tajo y el Vellón, urbanizadas con incrementos necesarios de servicios, hoy inexistentes, del 700%.

Monumento a las víctimas del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004.GORKA LEJARCEGI
Obras de la estación subterránea de transporte público en la Puerta del Sol.G. L.
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