El cuento de la tortuga 'Justicia'
Érase una vez una oposición (auxilio judicial, Ministerio de Justicia) cuyo primer examen tuvo lugar el 11 de marzo, el segundo el 22 de abril y el plazo de presentación de méritos en la fase de concurso terminó el 18 de junio del año en curso (datos contrastables en la web del Ministerio de Justicia). Hasta este punto todo pudiera parecer normal, pero comenzaron a pasar los meses sin ningún tipo de noticia, a fecha de 21 de noviembre, más de ocho meses después, no existe ni siquiera una lista provisional.
Es entendible que la tortuga Justicia necesita de su tiempo para ma...
Érase una vez una oposición (auxilio judicial, Ministerio de Justicia) cuyo primer examen tuvo lugar el 11 de marzo, el segundo el 22 de abril y el plazo de presentación de méritos en la fase de concurso terminó el 18 de junio del año en curso (datos contrastables en la web del Ministerio de Justicia). Hasta este punto todo pudiera parecer normal, pero comenzaron a pasar los meses sin ningún tipo de noticia, a fecha de 21 de noviembre, más de ocho meses después, no existe ni siquiera una lista provisional.
Es entendible que la tortuga Justicia necesita de su tiempo para madurar sus decisiones y no se le debe presionar por el bien de sus veredictos, pero lo que no es entendible es que esta forma de proceder se extienda hasta los procedimientos puramente administrativos y que no conllevan veredicto ni riesgo alguno. Quizá lo que pretende es inculcar una forma de actuar a aquellas personas que desean trabajar para la tortuga Justicia. Lo que este narrador no entiende es si esto es lo mejor para nuestra querida tortuguita.
Alguien debiera pensar en todas aquellas personas que llevan esperando ocho meses para organizar su vida, sin tener ninguna noticia.
No puedo terminar con el colorín colorado habitual de los cuentos porque la verdad es que todavía no ha terminado y ni siquiera sé cuándo terminará.
Rogaría a quien corresponda terminar este cuento lo haga lo antes posible, y aunque después de ocho meses ya no será felizmente, al menos que no lo demore y lo haga terminar en el año en curso salvando los muebles.