La protesta por las obras del AVE saca a la calle a los vecinos de Sants

La concentración agrupó a unas 300 personas en un ambiente festivo

Los vecinos de Sants ya no pueden más. Ayer, unas 500 personas según los organizadores, 300 según la Guardia Urbana, se concentraron en la plaza de Sants hartos de todos los perjuicios que las obras del AVE están ocasionando en el barrio. Txedes Vallés, representante de la Plataforma para el Soterramiento de las Vías, leyó un manifiesto en el que se pide la paralización de las obras y en el que se especifica los numerosos agravios que han acumulado desde que se iniciaron: el caos de Cercanías, el cierre de pequeños comercios, el polvo de los trabajos y, sobre todo, el ruido que impide a los v...

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Los vecinos de Sants ya no pueden más. Ayer, unas 500 personas según los organizadores, 300 según la Guardia Urbana, se concentraron en la plaza de Sants hartos de todos los perjuicios que las obras del AVE están ocasionando en el barrio. Txedes Vallés, representante de la Plataforma para el Soterramiento de las Vías, leyó un manifiesto en el que se pide la paralización de las obras y en el que se especifica los numerosos agravios que han acumulado desde que se iniciaron: el caos de Cercanías, el cierre de pequeños comercios, el polvo de los trabajos y, sobre todo, el ruido que impide a los vecinos conciliar el sueño por las noches.

La protesta, organizada por diferentes entidades del barrio, cortó la calle de Sants y se dirigió a la torre Malaia, primero, y a la estación de Sants, después, pasando por los principales puntos de conflicto.

Pitos, cacerolas y consignas varias se mezclaron en una concentración que fue ruidosa y festiva. Algunos manifestantes vestían pijamas para simbolizar su cansancio y falta de sueño causados por el ruido de las obras. "Hay mucha gente que no puede dormir, por eso salimos a la calle en pijama", expresó Josep Marcé, ataviado con un batín.

A la misma hora, los comerciantes de Sants celebraban el encendido del alumbrado navideño, por lo que al ruido de los vecinos se unieron los petardos y la música de los tenderos.

Los diferentes motivos de la manifestación implicaron un abanico de lemas como Salvemos más de 16.000 viviendas y No al cajón, en referencia a la construcción de hormigón que tapará las vías pero que continuará dividiendo el barrio en dos.

Fuera por el motivo que fuera, todos los vecinos se unieron bajo una única consigna: "En Sants estamos hartos". "No podemos dormir, los camiones trabajan las 24 horas, todos los días de la semana, incluidos los fines de semana", aseguró Neus Silvestre, vecina del barrio. "Queremos que se paren las obras; nadie nos ha pedido permiso para causarnos esta falta de respeto", lamentó Silvestre.

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Otra afectada, Carme García, de la Asociación de Vecinos del Carrer Sant Antoni, se quejó, sobre todo, de la suciedad y, en general, del detrimento del barrio.

La Plataforma AVE por el Litoral y la Asociación de Afectados del Gornal se unieron a la protesta en solidaridad con los vecinos de Sants. "Su actual malestar es nuestro malestar en el futuro", resumió Pere Vallejo, portavoz de la Plataforma AVE por el Litoral.

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