Reportaje:

Sesenta ojos velan por su seguridad

El centro de mando de Metro observa la red a través de 4.000 cámaras

"No debería haber pasado". Lino Calo habla de la colisión entre dos trenes de Metro la madrugada del viernes. No aporta mucho más. "Hay una investigación abierta", concluye. Esa noche no trabajaba, pero se sabe al dedillo lo que toca hacer en situaciones similares. Calo es responsable del puesto central de Metro. Trabaja en el búnker del suburbano, la sala de control principal ubicada en la estación de Alto del Arenal (línea 1, la azul). Son 190 personas que controlan en tres turnos la red 24 horas al día; 4.000 cámaras repartidas por la red; 327 trenes circulando en hora punta, casi 300 kilóm...

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"No debería haber pasado". Lino Calo habla de la colisión entre dos trenes de Metro la madrugada del viernes. No aporta mucho más. "Hay una investigación abierta", concluye. Esa noche no trabajaba, pero se sabe al dedillo lo que toca hacer en situaciones similares. Calo es responsable del puesto central de Metro. Trabaja en el búnker del suburbano, la sala de control principal ubicada en la estación de Alto del Arenal (línea 1, la azul). Son 190 personas que controlan en tres turnos la red 24 horas al día; 4.000 cámaras repartidas por la red; 327 trenes circulando en hora punta, casi 300 kilómetros...

Ante un accidente como el último choque, la prioridad es "minimizar el impacto sobre los viajeros", explica Calo. Ven las imágenes en tiempo real. Y desde allí avisan a los servicios de emergencia, a la policía, a los vigilantes privados. La habitación, de 2.500 metros cuadrados, está llena de pantallas y gráficos, como las salas de crisis que aparecen en todas las películas de guerra. El circuito de televisión cubre los vestíbulos y andenes. También hay cámaras en los pasillos "percibidos como inseguros". Quedan ángulos muertos sin controlar en otros. "La cobertura es más que suficiente", zanja el responsable de Metro.

Las imágenes se guardan 72 horas y luego se graban otras encima, salvo casos especiales. Las cámaras captaron el pasado 20 de octubre al presunto asesino de un taxista que huyó por la estación de Esperanza (línea 4, la marrón). Un agente nacional está siempre en la sala, inaugurada en 2000 para cubrir 100 kilómetros de red.

Siete años después, los recorridos se han triplicado. Según Calo, ni el trabajo ni el personal han variado mucho. "Cuando se construyó esta sala ya estaba prevista la ampliación". En hora punta (de 7.30 a 10.30 y de 18.00 a 20.00), 30 trabajadores coindicen en el búnker. Hay un inspector por cada línea. No se vigilan los tranvías de Parla, Boadilla del Monte y Pozuelo de Alarcón, de gestión privada.

El puesto de mando ha vivido momentos muy tensos, como el 11-M. Y otros menos dramáticos. Un día descubrieron que cuatro caballos se habían colado en el tramo en superficie de la línea 9 a Arganda (la morada). "Rompieron la valla". No lo podían creer. Pero las cámaras no mienten.

Pantallas de la sala principal de control de Metro, situada en la estación de Alto del Arenal.manuel escalera
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