Permisividad con los hinchas del Rangers para evitar desórdenes

La ordenanza cívica del Ayuntamiento de Barcelona no se aplicó a los 10.000 seguidores del equipo de fútbol Glasgow Rangers que deambularon por la ciudad el pasado miércoles -aunque también durante el martes y ayer en mucho menor número- para evitar males mayores. Es decir, desórdenes públicos. Ese argumento utilizó ayer la edil de Seguridad y Movilidad, Assumpta Escarp, para defenderse de las críticas de la oposición por la vista gorda de la que hicieron gala los agentes de la Guardia Urbana ante las reiteradas infracciones de los hinchas escoceses. CiU y el PP arremetieron contra el equipo ...

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La ordenanza cívica del Ayuntamiento de Barcelona no se aplicó a los 10.000 seguidores del equipo de fútbol Glasgow Rangers que deambularon por la ciudad el pasado miércoles -aunque también durante el martes y ayer en mucho menor número- para evitar males mayores. Es decir, desórdenes públicos. Ese argumento utilizó ayer la edil de Seguridad y Movilidad, Assumpta Escarp, para defenderse de las críticas de la oposición por la vista gorda de la que hicieron gala los agentes de la Guardia Urbana ante las reiteradas infracciones de los hinchas escoceses. CiU y el PP arremetieron contra el equipo de gobierno por permitir que los seguidores del Glasgow Rangers practicaran el botellón en la calle, además de orinar en cualquier lugar. "La prioridad era la seguridad y garantizar la movilidad de las calles y del transporte público", insistió la concejal.

Otras fuentes apuntaban que se hubiera podido producir una batalla campal en La Rambla entre seguidores del equipo de fútbol y los mossos si se hubiese producido una carga o una intervención policial para corregir los desmanes. El Partit dels Socialistes también terció en la polémica y lo hizo para criticar a CiU.

Para el Consistorio, el problema es qué hacer cuando llegan muchos más seguidores que entradas hay disponibles para un partido. Eso ocurrió con el encuentro del pasado miércoles. El Ayuntamiento se ha dirigido a la UEFA y también al Barça para intentar adoptar algún tipo de medidas. Como está claro que nadie puede limitar el movimiento de las personas, el Ayuntamiento ha planteado al Barça que se puedan instalar pantallas en el Miniestadi. El Ayuntamiento también se ha dirigido al consulado británico pata protestar por la actitud de los seguidores del equipo escocés.

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