El jefe superior de Cantabria sustituirá al de Valencia

No dijo adiós, pero se despidió. No mencionó su condena de inhabilitación, pero Alejandro Valle intervino ayer en los actos de celebración del patrón de la Policía Nacional para dar las gracias y cerrar sus seis años al frente del cuerpo en Valencia. Carlos Rubio, actual jefe superior de Cantabria, le sustituirá. Se trata de un profundo conocedor de la lucha contra la droga y la delincuencia organizada. El delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, aseguró ayer que los compromisos en materia de seguridad "se han cumplido".

Carlos Rubio nació en Omaña-Muria de Paredes, en León. Tiene 52 años...

No dijo adiós, pero se despidió. No mencionó su condena de inhabilitación, pero Alejandro Valle intervino ayer en los actos de celebración del patrón de la Policía Nacional para dar las gracias y cerrar sus seis años al frente del cuerpo en Valencia. Carlos Rubio, actual jefe superior de Cantabria, le sustituirá. Se trata de un profundo conocedor de la lucha contra la droga y la delincuencia organizada. El delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, aseguró ayer que los compromisos en materia de seguridad "se han cumplido".

Carlos Rubio nació en Omaña-Muria de Paredes, en León. Tiene 52 años, está casado, tiene dos hijos y una vida profesional ligada a la policía nacional. Ingresó como inspector de tercera en 1978 y desde entonces hasta 2005 su destino fue Cataluña. En Cantabria ha estado poco más de dos años. Ascendió a comisario en 1999 y se hizo cargo de la unidad especializada en la lucha contra la droga y el crimen organizado como coordinador. En 2000, fue nombrado jefe de la brigada provincial de la policía judicial de Barcelona. Y, en 2003, inspector regional de servicios en la jefatura superior de Cataluña. Acumula cruces al mérito policial y reconocimientos varios, entre otras razones por sus dotes negociadoras. Es un experto en la lucha contra la delincuencia organizada y el tráfico de drogas. Su nombramiento, inminente según fuentes próximas al Ministerio del Interior, dejará atrás los seis años de Alejandro Valle, el jefe superior que ayer intervino como tal por última vez en el día del patrón de la Policía (el Ángel Custodio). Valle ha sido condenado a siete años de inhabilitación por delito de prevaricación por un tribunal de la Audiencia Provincial de Cádiz, fallo que ha recurrido ante el Tribunal Supremo. Ayer dio las gracias, repasó sus seis años en la jefatura y no hizo declaraciones en la ceremonia que se celebró en Sant Miquel dels Reis. Antoni Bernabé, delegado del Gobierno, se limitó a decir, respecto a la situación de Valle, que "es al Ministerio del Interior a quien corresponde tomar las decisiones oportunas".

En ese escenario, en el que estuvieron presentes representantes de la vida política, judicial y de la sociedad civil, Bernabé destacó la labor que desempeñan los agentes de la Policía Nacional para "salvaguardar la paz, los derechos y las libertades de los ciudadanos", al tiempo que resaltó el "compromiso del Ejecutivo central con este cuerpo de seguridad para dotarlo de medios y de los instrumentos más eficaces en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia".

Bernabé, que también hizo balance, apuntó que trabajar con la Policía Nacional "ha sido el mayor privilegio y satisfacción" de su carrera profesional y política. Y valoró la "mejora de la eficacia policial y el incremento de detenciones registrado en los últimos años", se mostró "satisfecho" por la reducción de las tasas de criminalidad, del número de robos con violencia y en establecimientos y viviendas, que son "los delitos que más preocupan a la sociedad".