El apagón de Vall d'Hebron fuerza una auditoría energética de los hospitales

El Colegio de Ingenieros detecta fallos en el sistema antiincendios de la central del hospital

El apagón de Vall d'Hebron obliga a revisar los cuadros eléctricos de los hospitales catalanes. El gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Francesc José María, anunció ayer que se pondrá en marcha una auditoría energética de los ocho hospitales del ICS, entre ellos Can Ruti y Bellvitge. José María reiteró ayer que la ciudad sanitaria cumplía la normativa y pasó todas las revisiones. Un portavoz del Colegio de Ingenieros Industriales aseguró que la central eléctrica del hospital que se quemó el viernes sufría fallos en el sistema antiincendios.

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El apagón de Vall d'Hebron obliga a revisar los cuadros eléctricos de los hospitales catalanes. El gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Francesc José María, anunció ayer que se pondrá en marcha una auditoría energética de los ocho hospitales del ICS, entre ellos Can Ruti y Bellvitge. José María reiteró ayer que la ciudad sanitaria cumplía la normativa y pasó todas las revisiones. Un portavoz del Colegio de Ingenieros Industriales aseguró que la central eléctrica del hospital que se quemó el viernes sufría fallos en el sistema antiincendios.

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El gerente del ICS quiere revisar, como medida preventiva, el estado de las infraestructuras eléctricas de otros hospitales catalanes para ver cuál es la situación. "En cada centro realizaremos una auditoría para comprobar cómo estamos", afirmó ayer José María. El gerente aseguró que el informe definitivo sobre el apagón que dejó a oscuras Vall d'Hebron el pasado viernes debe determinar si hay responsabilidades. Sin embargo añadió: "Las instalaciones han pasado todas las revisiones. El diseño de la línea de distribución eléctrica se realizó en los años cincuenta, pero la central se reformó en 1996".

No obstante, un miembro del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, David Tisaire, explicó ayer que falló el sistema de aislamiento de la central. "El fuego se originó en la planta baja por un vertido de gasóleo, pero no debería haber afectado a la primera planta, donde se encontraba el cuadro eléctrico", afirmó Tisaire. "Falló la separación efectiva entre salas en caso de incendio y, además, faltó un sistema automático contra incendios en la primera planta".

La punta del iceberg

Tisaire opina que la clave está ahora en deteminar si lo ocurrido en Vall d'Hebron fue "un hecho fortuito o la punta del iceberg" y aboga también por una auditoría de todos los centros hospitalarios realizada por técnicos independientes.

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Tras el incendio, los bomberos inspeccionaron las instalaciones para comprobar qué había fallado. El edificio que alberga la infraestructura eléctrica no cumple con la normativa antiincendios vigente, pero no está obligado a ello: la norma carece de efectos retroactivos, por lo que basta con cumplir las reglas en vigor cuando el edificio fue construido. La responsabilidad de poner al día las instalaciones corresponde al titular, explicaron fuentes de los bomberos.

El apagón llegó hasta el debate de política general. El presidente de la Generalitat, José Montilla, lamentó los "muchos dolores de cabeza" que el apagón en el Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona ha ocasionado "a los ciudadanos" catalanes y tomó prestadas unas palabras del candidato de CiU al Ayuntamiento de Barcelona y ex consejero de Sanidad, Xavier Trias, para calificarlo como "un desgraciado incidente". El diputado de Convergència i Unió en el Parlament, Francesc Sancho, denunció que "se ha querido avanzar la sensación de normalidad".

Mientras tanto, la vida en Vall d'Hebron continuaba ayer. Las tareas realizadas la noche del martes permitieron activar los 16 quirófanos del área general que permanecían cerrados por los problemas en la calidad del suministro eléctrico. El centro médico emitió un comunicado a media mañana para informar de que ya estaba restablecido el suministro en todos los servicios que quedaban pendientes. La actividad programada para ayer eran 1.627 pruebas diagnósticas y 2.289 consultas.

Lo sucedido en los últimos cuatro días ha hecho circular un comentario entre profesionales: "Al hospital le hace falta una reforma", decía ayer un enfermero. En marzo de 2004, el actual gerente de Vall d'Hebron, José Luis de Sancho, tomó posesión del cargo considerando una "prioridad" la modernización y ampliación de varios servicios del centro sanitario. En noviembre de ese año, el Departamento de Salud anunció que doblaba la inversión para mejorar los ambulatorios y hospitales del ICS. Los centros de Vall d'Hebron y Bellvitge acapararon las partidas de 2005.

José María explicó ayer que desde 2004 se han invertido 61 millones de euros en el hospital y que el plan de inversiones finaliza en 2012. Asimismo puntualizó: "Un hospital es un ser vivo en constante evolución".

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