El Parlamento investigará la totalidad de la gestión pública de la Cidade da Cultura

El PP asegura que no tiene "miedo" y acusa al bipartito de convertir el proyecto en un "caos"

PP, PSdeG y BNG acordaron ayer por unanimidad que una comisión investigue en el Parlamento la totalidad de las actuaciones públicas relacionadas con la Cidade da Cultura llevadas a cabo desde el inicio del proyecto hasta la actualidad. El acuerdo no evitó un tenso cruce de acusaciones entre los grupos que apoyan al Gobierno y la oposición a cuenta de las obras que se llevan a cabo en el compostelano monte Gaiás. Ambas partes trataron de dirigir la responsabilidad sobre los aspectos más discutidos del proyecto a sus respectivos líderes: PSdeG y BNG señalaron a Feijóo y el PP a Touriño.

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PP, PSdeG y BNG acordaron ayer por unanimidad que una comisión investigue en el Parlamento la totalidad de las actuaciones públicas relacionadas con la Cidade da Cultura llevadas a cabo desde el inicio del proyecto hasta la actualidad. El acuerdo no evitó un tenso cruce de acusaciones entre los grupos que apoyan al Gobierno y la oposición a cuenta de las obras que se llevan a cabo en el compostelano monte Gaiás. Ambas partes trataron de dirigir la responsabilidad sobre los aspectos más discutidos del proyecto a sus respectivos líderes: PSdeG y BNG señalaron a Feijóo y el PP a Touriño.

El acuerdo unánime se produjo después de que los tres grupos dejasen claro que la comisión tendrá capacidad para investigar cualquier aspecto relacionado con la gestión pública de la Cidade da Cultura y no sólo la protagonizada por los últimos gobiernos del Partido Popular bajo la presidencia de Manuel Fraga, lo que garantiza al PP la posibilidad de someter a examen la labor del Ejecutivo en relación con este asunto.

El Consello de Contas, en un informe remitido al Parlamento de Galicia el pasado julio, detectó "importantes deficiencias" de planificación y programación en el proyecto de la Cidade da Cultura. El órgano fiscalizador denunció la indefinición arquitectónica, la "subestimación de la complejidad y dimensión económica de las obras" y la indefinición de los contenidos del complejo, cuyo coste estimado ya supera los 373 millones, el triple de lo previsto. El Consello acusó también a la Xunta del PP de abdicar "de sus responsabilidades en la gestión prudente y planificada de los fondos públicos" en favor del arquitecto que ganó el concurso.

La reanudación del curso político en el Parlamento dio pie a PSdeG y BNG a recuperar las conclusiones más críticas del informe del Consello de Contas. El nacionalista Carlos Aymerich cuestionó detalladamente la labor del Gobierno Fraga en relación con los aspectos decisivos del proyecto: la necesidad de ponerlo en marcha, los fondos asignados, su viabilidad económica y el control de las obras. El portavoz del Bloque recordó la ausencia de estudios de viabilidad, la multiplicación de los gastos, las irregularidades contractuales y la falta de planes de uso de las instalaciones establecida por Cotas. Además de asegurar que el ex conselleiro Jesús Pérez Varela es "hoy millonario", Aymerich ironizó acerca de la existencia de supuestos vínculos familiares entre tres de los más destacados responsables de las obras del Gaiás y conocidos dirigentes del PP. "El arquitecto coordinador del proyecto", aseguró, "era Alfredo Díaz Grande, esposo de la diputada y entonces conselleira Pilar Rojo, el director gerente de la fundación era Ángel Currás Fernández, hermano del conselleiro de Educación, y el director económico y financiero de la fundación era Manuel Fernández, cuñado de Mariano Rajoy".

El socialista Xaquín Fernández Leiceaga, al igual que Aymerich, apoyó la necesidad de la investigación en el informe del Consello de Contas, a pesar de que también considera depuradas las responsabilidades políticas en el proceso electoral que en 2005 puso fin a 16 años de gobiernos del PP. El portavoz socialista se mostró muy interesado en conocer el grado de conocimiento que tenían los dirigentes del PP acerca de lo que estaba ocurriendo en relación con la Cidade da Cultura, en especial el actual presidente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, que entonces ocupaba la vicepresidencia primera de la Xunta.

En nombre del PP, el diputado Ignacio López-Chaves intentó desviar el debate en torno a la gestión económica del proyecto trasladándolo a la controversia sobre el proyecto cultural. El representante de la oposición subrayó el cambio de actitud del PSdeG y el BNG, que antes se oponían a la Cidade da Cultura y que ahora lo han asumido como propio.

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El PP no tiene miedo

López-Chaves aseguró que su grupo no tiene ningún miedo a que se investigue la gestión de los últimos gobiernos de Manuel Fraga en este asunto y retó a socialistas y nacionalistas a actuar del mismo modo. En su opinión está más que justificado investigar también lo que la actual Xunta está haciendo en relación con las obras del monte Gaiás, sometidas a constantes reformulaciones que han convertido el proyecto cultural ideado por el PP en "un caos".

Aymerich, Leiceaga y López-Chaves cerraron el debate intercambiando acusaciones y anticipando que la comisión servirá para poner en entredicho la responsabilidad de Alberto Núñez Feijóo, por un lado, y del actual presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, por el otro.

José Luis Méndez, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, ayer en el pleno del Parlamento de Galicia.ANXO IGLESIAS

Las mujeres ganan terreno

La incorporación, ayer, de dos nuevas diputadas al Parlamento de Galicia, en sustitución de María Xosé Vega Buján (BNG) y José Manuel Barreiro (PP), ha elevado a 24 el número de mujeres con escaño en el hemiciclo del Pazo do Hórreo. Diez de ellas forman parte del PP, el grupo mayoritario, nueve pertenecen al grupo socialista y las cinco restantes militan en las filas nacionalistas. Sin embargo, la presencia femenina es proporcionalmente más importante en el caso del BNG y el PSdeG (38% y 36% respectivamente) que en el PP (27%).

Las nuevas diputadas, las lucenses Isabel García Pacín (PP) y Cristina Ferreiro (BNG) ocupan las plazas que quedaron libres después de que Barreiro y Vega renunciasen a sus escaños para incorporarse a la Diputación de Lugo después de presentarse a las pasadas elecciones municipales en los municipios de la capital provincial y de Monforte de Lemos.

El nuevo período de sesiones, el primero de la segunda mitad de la legislatura, sirvió además de estreno al diputado del Partido Popular Manuel Ruiz Rivas como portavoz de su grupo.

Alberto Núñez Feijóo optó por Ruiz Rivas para sustituir a Barreiro al frente de sus diputados en detrimento del orensano Roberto Castro y de la pontevedresa Pilar Rojo, considerada mucho más próxima a sus tesis políticas que los otros dos aspirantes.

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