Cartas al director

Educación para la Ciudadanía "a la belga"

Mientras que nuestros hijos adolescentes se despiden de las vacaciones enganchados al ordenador, los padres y madres nos preocupamos por preparar lo mejor posible la rentrée. Y así, esta mañana me entregué al tedioso ritual anual de forrar los libros de texto de mis hijos. Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con el Antimanual de filosofía, de Michel Onfray, filósofo francés y padre de la "ateología".

Para más información: ceci n'est pas l'Espagne. Vivo en la ciudad de René Magritte, en el país de Ensor y de Brueghel, esta Bélgica muy suya y, al contrario de l...

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Mientras que nuestros hijos adolescentes se despiden de las vacaciones enganchados al ordenador, los padres y madres nos preocupamos por preparar lo mejor posible la rentrée. Y así, esta mañana me entregué al tedioso ritual anual de forrar los libros de texto de mis hijos. Cuál fue mi sorpresa al encontrarme con el Antimanual de filosofía, de Michel Onfray, filósofo francés y padre de la "ateología".

Para más información: ceci n'est pas l'Espagne. Vivo en la ciudad de René Magritte, en el país de Ensor y de Brueghel, esta Bélgica muy suya y, al contrario de lo que escribe EL PAÍS (4-9-2007), cada vez más belga.

El centro escolar de mis hijos: un instituto católico -concertadísimo y libérrimo- a cien metros de la famosa Grand Place de Bruselas, donde en épocas pasadas de crispación político-religiosa fueron decapitados Egmont y Horne. Mis hijos no están bautizados ni han hecho la comunión, pero en sus dos horas semanales de religión descubren los fundamentos cristianos de nuestra civilización occidental y aprenden a interpretar su legado artístico, literario e intelectual. Sin fanatismos ni crispaciones. Y en la clase de filosofía: con Michel Onfray, a descubrir modos alternativos de pensar y concebir la vida.

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Puede que Bélgica sea ingobernable, pero educacionalmente el país goza de muy buena salud. Aquí, aprender a pensar no es una actividad peligrosa. ¿Quizá la Conferencia Episcopal Española nos pueda echar una mano para sacarnos del marasmo político.

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