Entrevista:TERESA PORTO | Directora de la Fundación Caixa Galicia

"La cultura gallega necesita creérselo y arriesgar más"

Es meticulosa, seria y serena. Transmite confianza y maneja el abanico de las sonrisas con destreza. Sabe estar en el vértice.

Pregunta. ¿Se siente una mujer en la cúpula del poder?

Respuesta. [Antes de responder pone puntos suspensivos a su risa] En absoluto. Me siento una trabajadora y punto.

P. La Fundación Caixa Galicia es una entidad bien dotada económicamente, ¿eso da poder?

R. Da capacidad para desarrollar los proyectos de la Fundación para fomentar la cultura en Galicia. Hay que destacar que, además de recursos económicos, tenemos...

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Es meticulosa, seria y serena. Transmite confianza y maneja el abanico de las sonrisas con destreza. Sabe estar en el vértice.

Pregunta. ¿Se siente una mujer en la cúpula del poder?

Respuesta. [Antes de responder pone puntos suspensivos a su risa] En absoluto. Me siento una trabajadora y punto.

P. La Fundación Caixa Galicia es una entidad bien dotada económicamente, ¿eso da poder?

R. Da capacidad para desarrollar los proyectos de la Fundación para fomentar la cultura en Galicia. Hay que destacar que, además de recursos económicos, tenemos un equipo humano fantástico, con ideas y capacidad de trabajo impresionantes.

P. Sobre las fundaciones se proyecta la sombra de ocultar intereses más allá de sus actuaciones públicas.

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"En diez años, ayudamos a más de 600 jóvenes gallegos ampliar sus estudios en el extranjero; somos solidarios con la realidad del país"
"Estamos en una época en la que parece que todo es márketing y eso no es bueno. Espero que esta disciplina nunca domine al mundo"

R. Esta Fundación tiene una función exclusivamente cultural. No perdamos de vista que surge de la obra social de una entidad que por ley tiene que dedicar parte de sus beneficios a obras sociales. Aglutinamos en un solo organismo todo el trabajo cultural que desarrolla Caixa Galicia.

P. ¿Quién define los criterios?

R. Todo el equipo que trabaja conmigo propone líneas estratégicas y criterios de programación. Luego es revisado y aprobado por el Patronato.

P. ¿Se fija metas o se las fijan?

R. Tengo costumbre de fijármelas yo, al margen de las que me puedan marcar mis superiores.

P. ¿Ejecuta con mano firme?

R. Con mano firme pero siempre con una sonrisa, que es fundamental en todos los equipos.

P. ¿Asegura el éxito saber que no fallará el presupuesto?

R. Sin duda eso ayuda. Aunque los presupuestos siempre serán escasos, porque uno siempre quiere hacer más.

P. ¿Qué le devuelve la Fundación a Galicia de cuanto recibe de los pequeños ahorradores?

R. Muchísimas cosas. Sobre todo en los ámbitos expositivos y de la música. Son líneas que nos permiten traer a Galicia actividades que de otra forma no serían asequibles al gran público. Ahí están los ejemplos de las exposiciones de Frida Kahlo, Tamara de Lempica, El señor de los anillos... Trabajamos con una visión muy social, donde también destacan las becas de la Fundación; en diez años han permitido a más de seiscientos jóvenes gallegos ampliar estudios en el extranjero.

P. ¿Son solidarios con la realidad del país?

R. Sin ninguna duda. La otra gran línea es el apoyo a la cultura gallega. Ahora lo hacemos primordialmente en Galicia pero tenemos el propósito de ampliarlo fuera de nuestras fronteras.

P. ¿Qué le falta a la cultura gallega?

R. Si nos centramos en los artistas y autores gallegos, nos falta creérnoslo. Que ellos se lo crean y nosotros mucho más. Y cuando digo nosotros, me refiero a la sociedad en general y a los ámbitos culturales en particular. En ese sentido hay que hacer un esfuerzo mayor del que se viene haciendo.

P. ¿Qué le sobra?

R. Mirar tanto hacia atrás y un cierto conservadurismo cultural. Agarrarse en demasía a lo que funcionó y no arriesgar.

P. Usted viene del mundo del márketing, la empresa privada, la prensa... ¿A dónde quiere llegar?

R. Visto así, a ningún sitio. Lo que quiero es hacer mi trabajo bien, de forma satisfactoria para mí misma... Trabajar a gusto y sentirme orgullosa de lo que hago.

P. ¿El márketing domina el mundo?

R. Espero que nunca domine el mundo. Esa sería la peor parte de una herramienta muy interesante y muy poderosa, que debemos utilizar con equilibrio y tranquilidad. Estamos en una época en la que parece que todo es marketing y eso no es bueno.

P. Cuenta usted con un trío de ases para triunfar: márketing, poder económico y cultura. ¿Qué le falta?

R. Me faltan muchas cosas, pero es cierto que cuento con una serie de elementos que me ayudan mucho y eso hace que la Fundación sea una herramienta muy potente.

P. Como mujer, ¿ha dejado mucho en el camino para alcanzar sus metas profesionales?

R. Realmente no. Sí es cierto que en algunas empresas he atravesado momentos conflictivos o de injusticia por el hecho de ser mujer. He tenido la suerte y la capacidad de parar, volver a Galicia para dar prioridad a mi familia, y la vida me ha compensado con el trabajo actual.

P. ¿Se siente más a gusto dirigiendo equipos de mujeres o de hombres?

R. No tengo preferencias. Alguna vez he sentido alguna incomodidad a la hora de dirigir a hombres mayores que yo.

P. ¿Quiénes son más fieles?

R. ¿En el trabajo?

P. Se supone.

R. Es complicado. Más que un asunto de género se trata de actitudes personales.

P. ¿Podría vivir sin secretaria?

R. Probablemente no. Cuando tienes una agenda complicada, es la pieza fundamental que ayuda en la sombra.

P. ¿Cuántos favores le piden al día?

R. [Ahora la risa es amplia y franca] Algunos. Lo importante es ayudar en la medida de lo posible y saber decir no cuando es imposible.

P. Al final del día ¿a quién le hace sus confidencias?

R. A mi marido. Es un sufridor absoluto.

DIRIGE UNA FUNDACIÓN DE GRAN PODER ECONÓMICO.

María Teresa Porto Pedrido nació en Santiago de Compostela en 1964 y, tras licenciarse en Derecho y realizar un máster de dirección de empresas en Madrid, no paró de subir peldaños profesionales, básicamente en empresas privadas como Scott Ibérica, Pizza Hut o diarios como As y El País, de los que fue directora de márketing, una de sus especialidades. En 2000 regresó a Galicia, con la nostalgia de las rúas compostelanas prendida en las pupilas, y no tardó en enrolarse como gerente de la Asociación de Empresas Gallegas del Audiovisual. Desde ahí saltó a la dirección de la Fundación Caixa Galicia, una de las entidades culturales con más poder económico del país.

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