La ampliación del puerto de Valencia se condiciona a la preservación de las playas

El Gobierno da luz verde a la obra con medidas contra el impacto en el litoral

El Ministerio de Medio Ambiente dio ayer luz verde a la ampliación del puerto de Valencia con la condición de que cumpla un amplio plan de vigilancia y de medidas correctoras de la afección de las obras sobre las playas del norte y del sur. La declaración de impacto ambiental, que permitirá al puerto doblar su superficie, exige que las obras no afecten a la fauna de L'Albufera; el seguimiento de la afección a las playas de Arbre Gros y El Saler, así como la regeneración del litoral en Pinedo. Además, el puerto deberá presupuestar la compra de arena para regenerar la playa de la Malva-rosa.
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El Ministerio de Medio Ambiente dio ayer luz verde a la ampliación del puerto de Valencia con la condición de que cumpla un amplio plan de vigilancia y de medidas correctoras de la afección de las obras sobre las playas del norte y del sur. La declaración de impacto ambiental, que permitirá al puerto doblar su superficie, exige que las obras no afecten a la fauna de L'Albufera; el seguimiento de la afección a las playas de Arbre Gros y El Saler, así como la regeneración del litoral en Pinedo. Además, el puerto deberá presupuestar la compra de arena para regenerar la playa de la Malva-rosa.

La declaración de impacto ambiental (DIA) será publicada en las próximas semanas. El ministerio avanzó ayer las principales medidas correctoras, de las que se desprende una especial preocupación por la dinámica del litoral, dada la fuerte incidencia de las obras en las playas cercanas. Durante la tramitación del proyecto, la Autoridad Portuaria de Valencia ha defendido que las obras afectarían básicamente a la Malva-rosa, donde el canal de la Copa del América ya exige la aportación de toneladas de arena para corregir el basculamiento de la playa, y ha minimizado el impacto en el sur. Algunos expertos, por el contrario, han alertado del peligro de regresión de las playas del sur. Medio Ambiente, tras pedir información complementaria, exigirá finalmente un seguimiento estricto en ambas zonas.

Así, el ministerio recalcó en una nota que los aspectos ambientales que ha tenido en cuenta parten de "las previas afecciones a la playa de la Malva-rosa o a las de Pinedo y El Saler, que han venido sufriendo un retroceso producido por la interrupción del transporte litoral debido al crecimiento del puerto". En esa línea, el plan de vigilancia ambiental que impone la ley se extenderá a la fase de explotación de la infraestructura. Con las conclusiones del seguimiento de la "potencial afección a la dinámica litoral", se propondrán medidas correctoras en una "proyecto específico" que será sometido, "si procede", a una evaluación de impacto.

Además, la Dirección General para la Biodiversidad incide en el seguimiento de la afección a las playas del Arbre Gros y El Saler, que "deberá incluir un estudio de impacto sobre aquellos hábitat relacionados con las mareas". El puerto se verá obligado a planificar las obras "en función de la avifauna" del parque natural de L'Albufera y deberá alejar las extracciones de material de la Red Natura 2000. A solicitud de la Consejería de Territorio, el puerto ampliará "la lista de parámetros" a controlar en la salida de las aguas y en relación con los vertidos al mar. En cuanto a la playa de Pinedo, la DIA introduce una propuesta de regeneración conjuntamente con Costas que incluye la remodelación y prolongación de los espigones y la aportación de 59.000 metros cúbicos de arena. Para la playa de la Malva-rosa, el ministerio reclama al puerto que presupueste una partida para costear 185.000 metros cúbicos de arena y desecha posibles diques de defensa.

Vista aérea del Puerto de Valencia.SANTIAGO CARREGUÍ

Dos kilómetros mar adentro

El Ministerio de Medio Ambiente acepta la alternativa 4 del proyecto presentada por el puerto, al considerar que es la de menor efecto negativo y menor volumen de dragado. Aún así, la obra ampliará en 153 hectáreas la superficie del puerto, que casi dobla sus instalaciones. El nuevo dique de atraque se adentrará 2,1 kilómetros en el mar y la obra implicará el dragado de 1.500.000 metros cúbicos de material. La inversión alcanza los 530 millones de euros.

Al proyecto se presentaron 49 alegaciones, entre ellas las del grupo municipal socialista, de EU-L'Entesa y la federación vecinal de Valencia, que abogaron por que el puerto creciera en Sagunto ante el grave impacto sobre las playas de la ciudad. De hecho, el ministerio pidió un análisis comparativo de la ampliación conjunta de Valencia y Sagunto, así como datos sobre la calidad de las aguas, la dinámica litoral y las emisiones de CO2.

El director general de Calidad y Evaluación Ambiental del ministerio, Jaime Alejandre, declaró a Efe que el visto bueno al plan pretende satisfacer "equilibradamente" las necesidades del puerto y los ciudadanos. Según Alejandre, el ministerio ha realizado "un trabajo técnico" en el que "ha intentado minimizar las afecciones", y donde no es posible "corregir los impactos". El puerto consideró "desbloqueado" su proyecto, que prevé cerrar este año.

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